Descubre los tesoros y secretos del emblemático Palacio Nacional en la Ciudad de México

El Palacio Nacional del Zócalo, sede del Poder Ejecutivo y residencia presidencial, resguarda significativos documentos, arte y tesoros históricos, testimonio del legado cultural mexicano.

El Palacio Nacional del Zócalo Capitalino, un símbolo de la historia y cultura mexicana, es un edificio con más de 500 años de antigüedad que ha sido testigo de numerosos eventos significativos en la historia del país. Este majestuoso Palacio, ubicado en el corazón de la Ciudad de México, es la sede del Poder Ejecutivo y la actual residencia presidencial. Su interior alberga documentos, manuscritos, archivos históricos, muebles y diversas obras de arte que forman parte de nuestro patrimonio cultural.

Un viaje a través del tiempo

Desde tiempos prehispánicos, el sitio donde actualmente se erige el Palacio Nacional fue hogar de la nobleza de Tenochtitlán, siendo la residencia de Moctezuma II. Tras la conquista, la construcción comenzó en 1522 para convertirse en la vivienda de Hernán Cortés. Posteriormente, el Palacio fue utilizado para alojar a los virreyes de la Nueva España.

Con la llegada de la independencia, el Palacio Nacional se transformó en la sede de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como en la residencia de los gobernantes del país até la llegada de Maximiliano. A lo largo de la historia, ha recibido diferentes denominaciones como las Casas Nuevas de Moctezuma, Palacio Virreinal, Palacio Imperial y finalmente, Palacio Nacional desde la caída de Iturbide.

Un patrimonio cultural en constante transformación

A lo largo de los años, el Palacio Nacional ha sido objeto de diversas ampliaciones y remodelaciones. En 1692, un incendio lo devastó en gran medida, lo que obligó a su reconstrucción durante varios años. En 1926, durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, se añadió un tercer piso y desde entonces ha experimentado constantes modificaciones. Este emblemático edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987 y sigue siendo el epicentro de los principales acontecimientos nacionales y políticos del país.

Los murales de Diego Rivera

Una de las joyas del Palacio Nacional son los impresionantes murales de Diego Rivera. Su obra maestra, “Epopeya del pueblo mexicano”, también conocida como “Historia de México a través de los siglos”, adorna la escalera principal del Patio Central, así como parte del corredor norte y un tramo del corredor oriente del primer piso. Rivera dedicó 22 años a completar estas obras que abarcan cinco siglos de historia mexicana, extendiéndose en un área de 276 metros cuadrados. Estos murales son un testimonio visual de la visión única de Rivera sobre la historia del pueblo mexicano, desde los tiempos prehispánicos hasta el presente.

Las galerías de arte

El Palacio Nacional no solo alberga murales impresionantes, sino que también cuenta con una destacada colección de obras de arte. Las Galerías de los Insurgentes y la de los Presidentes son dos espacios importantes en el Palacio. La primera, creada por Maximiliano en 1865, presenta retratos al óleo de los protagonistas de la independencia de México. Por otro lado, la Galería de los Presidentes, establecida en 1945 por Manuel Ávila Camacho, exhibe los retratos de los diferentes mandatarios del país, así como otras piezas de arte significativas.

El jardín botánico y su historia

El jardín botánico del Palacio Nacional tiene su origen en la época de Moctezuma, quien contaba con un zoológico y un hermoso jardín con plantas y flores de diversas regiones de México. A lo largo de la historia, este jardín ha sido objeto de remodelaciones y conservación. Durante el gobierno de Maximiliano, se le añadieron fuentes, arcos y nuevos caminos, aunque posteriormente cayó en el olvido. Sin embargo, a finales de la década de 1990, fue rehabilitado y actualmente, conocido como “Jardín de la emperatriz”, se ha convertido en un espacio de relajación para los visitantes.

Los salones del Palacio Nacional

El Palacio Nacional también alberga salones de gran importancia. El Despacho Presidencial es considerado el más relevante, mientras que el Salón de Recepciones es famoso por ser el lugar donde se lleva a cabo el grito de independencia cada 15 de septiembre. El Salón de Embajadores, decorado con elementos arquitectónicos clásicos, rinde homenaje a personajes históricos como Miguel Hidalgo, José María Morelos y Benito Juárez.

Otras características del Palacio Nacional

Entre otros elementos destacados se encuentra la Campana de Dolores, ubicada en el balcón central. Esta campana fue utilizada para dar el grito de independencia en 1810 y actualmente es el símbolo de la ceremonia del grito que se lleva a cabo cada 15 de septiembre. También destaca la estatua de bronce de Benito Juárez, construida con cañones fundidos confiscados a las tropas conservadoras y fragmentos de la artillería francesa utilizados en la Batalla de Puebla en 1863.

Visita al Palacio Nacional

El Palacio Nacional ocupa un área total aproximada de 40 mil metros cuadrados y está abierto al público de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas, previa inscripción en la sala vestibular del Museo de Arte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ubicado en Moneda 4, entre el Palacio y la Catedral Metropolitana. La entrada es gratuita, lo que permite a los visitantes explorar este importante lugar que alberga una riqueza cultural e histórica invaluable.

Los felinos del Palacio Nacional

Un dato curioso sobre el Palacio Nacional es la presencia de 19 gatos que habitan en sus instalaciones. Cada uno de estos gatos cuenta con un chip, lo que permite llevar un control sobre su bienestar. Estas adorables criaturas se han convertido en parte del ambiente del Palacio, sumando un toque especial a su historia y funcionamiento diario.

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