
Estudio revela que el 70% de los padres tiene un hijo favorito, ¿sorpresa o sospechas?
Un estudio revela que el 70% de los padres tiene un hijo favorito, aunque solo el 10% lo admite.

Un estudio reciente ha revelado que el favoritismo parental no es solo un mito, ya que un 70 % de los padres admiten tener un hijo favorito, a pesar de que solo el 10 % de ellos lo acepta abiertamente. Esta situación genera debates sobre la naturaleza del amor parental y sus implicaciones emocionales en los hijos preferidos y en aquellos que no lo son tanto.
Prevalencia del favoritismo parental
Según un estudio científico publicado en 2005 por académicas de la Universidad California-Davis de Estados Unidos, un 70 % de las mamás y un 70 % de los papás admiten tener un hijo favorito al otorgarle un trato preferencial. Esta investigación encontró coincidencias con un análisis de la Asociación Americana de Psicología, que señala que los padres tienden a mostrar preferencia hacia las niñas o hacia aquellos hijos que son más responsables y organizados. A pesar de realizar estos estudios, cabe destacar que solo un pequeño porcentaje de los padres se atreve a aceptar abiertamente tener un hijo favorito.
La evaluación de la psicología
La psicóloga y autora del libro "Mi hijo me cae mal", Sara Tarrés, expone que para los padres aceptar tener un hijo favorito representa un tabú, ya que choca con el ideal de la figura parental perfecta. Este tabú provoca en los padres incomodidad, culpa y temor al juicio social, especialmente en las madres, quienes suelen estar bajo un mayor escrutinio acerca de su desempeño parental. Tarrés explica que es natural conectar más con ciertos hijos en momentos determinados, basándose en su temperamento, personalidad o circunstancias específicas. Agrega que, por lo general, los hijos favoritos son aquellos que demuestran ser más fáciles de criar, con temperamentos tranquilos, dóciles, responsables y amables, lo que lleva a los padres a creer que están desempeñando un buen trabajo en la crianza.
El impacto del favoritismo en la relación parental
La psicóloga Raquel Huéscar, perinatal y miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, sugiere que el favoritismo parental puede cambiar a lo largo de los años, a medida que los hijos evolucionan en su comportamiento y personalidad. Así, un hijo que en su infancia resultaba más fácil de educar podría tornarse más distante durante la adolescencia, mientras que otro hijo que en un inicio era visto como más problemático podría volverse más cariñoso y accesible con el paso del tiempo. Ante esta posibilidad, los expertos destacan la importancia de manejar el favoritismo parental de manera consciente para evitar desigualdades que puedan tener consecuencias emocionales negativas en los hijos.
El amor parental y el favoritismo
Sara Tarrés menciona que el amor hacia los hijos no siempre es homogéneo ni incondicional, reconociendo que la naturaleza del amor parental puede presentar matices. Por lo tanto, es fundamental que los padres sean conscientes de estas dinámicas y eviten que sus acciones o palabras reflejen un favoritismo evidente. La psicóloga añade que amar a los hijos de manera diferente no es intrínsecamente negativo, siempre que se lleve a cabo con consciencia y sin dejar que esa preferencia se haga evidente de manera directa.
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