Migrantes en prisión administrativa en Nuevo León padecen deshidratación y tratos crueles
La estación migratoria de Guadalupe, NL, sufrió por falta de agua y servicios, resultado en amparo y orden de garantizar acceso al agua potable para migrantes.
La situación en la estación migratoria de Guadalupe, Nuevo León, ha generado gran preocupación debido a las condiciones inhumanas en las que se encontraban alrededor de 150 migrantes. Durante seis meses, estos individuos se vieron afectados por la intermitencia en el suministro de agua potable, así como por la falta de acceso adecuado a baños y regaderas, lo que les ocasionó deshidratación y falta de higiene. Esta situación, considerada como tratos crueles, inhumanos y degradantes, llevó al Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP) a presentar un amparo indirecto ante el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Administrativa en Nuevo León.
Condiciones precarias y amparo legal
A pesar de que en 2022 la entidad experimentó escasez de agua, el personal de la estación migratoria contaba al menos con garrafones de agua, los cuales sin embargo no se distribuyeron de manera constante a los migrantes. La falta de acceso a agua potable y a instalaciones de higiene adecuadas se convirtió en una violación a sus derechos fundamentales, lo cual motivó la intervención legal por parte del IFDP.
Los migrantes, en su mayoría provenientes de Honduras y El Salvador, revelaron signos de deshidratación y malestares estomacales. Uno de los testimonios más impactantes fue el de una joven que, durante su período menstrual, no recibió el acceso a toallas femeninas. A pesar de la promesa del personal del Instituto Nacional de Migración (INM) de revisar el caso, la respuesta tardó en llegar, prolongando aún más el sufrimiento de esta mujer.
El panorama en la estación migratoria era desolador: de los 18 baños disponibles, solo tres contaban con agua; de ocho regaderas, solo una funcionaba, y de ocho lavabos, cuatro recibían agua. En ocasiones, el suministro de agua era intermitente, lo que dejaba a los migrantes sin la posibilidad de asearse adecuadamente. Posteriormente a la presentación del amparo, las condiciones mejoraron ligeramente, pero el acceso al agua seguía siendo limitado, con un tiempo máximo de 60 minutos diarios por migrante.
Desigualdad y discriminación
El abogado Miguel Ángel León, representante de los migrantes, destacó la escasez de agua, especialmente en la localidad de Guadalupe, donde se ubica la estación migratoria. A pesar de que el INM aseguraba contar con tanques de almacenamiento y pipas para garantizar el suministro de agua, la situación real era muy diferente, con instalaciones en condiciones deplorables y una clara distribución desigual de los recursos básicos para los migrantes.
Compartir noticia