
El ajo, aliado clave en la prevención del cáncer de próstata según expertos en nutrición
La salud masculina puede beneficiarse del consumo de ajo, que podría reducir el riesgo de cáncer de próstata hasta un 50%.

La salud masculina es un tema importante que merece atención especializada. La próstata, una glándula de vital importancia en el sistema reproductor masculino, requiere revisiones periódicas para prevenir posibles enfermedades, entre ellas el cáncer. Aunque la consulta médica es el camino más seguro para el diagnóstico y tratamiento, existen factores como la alimentación que pueden influir en la prevención. En este sentido, ciertos alimentos, como el ajo, han ganado protagonismo por sus potenciales beneficios para la salud prostática.
El ajo: un aliado contra el cáncer de próstata
Desde tiempos antiguos, el ajo ha sido valorado por sus propiedades medicinales. Actualmente, múltiples estudios respaldan su rol en la prevención de diversas enfermedades, incluido el cáncer de próstata. Según la doctora Odile Fernández, experta en nutrición y autora de reconocidos libros sobre alimentación saludable, el consumo regular de ajo podría desempeñar un papel clave en la prevención de esta enfermedad.
¿Cuánto ajo consumir?
La doctora Fernández sugiere incorporar al menos un diente de ajo al día en la dieta, lo que podría reducir el riesgo de cáncer de próstata en un 10%. No obstante, para aquellos que deseen maximizar sus efectos preventivos, se recomienda aumentar el consumo a cuatro dientes de ajo diarios, lo que podría prevenir hasta un 50% de los tumores prostáticos. Este pequeño cambio en la rutina alimentaria podría tener un impacto significativo en la salud a largo plazo.
Diversas formas de incluir el ajo
A pesar de los beneficios del ajo, su sabor fuerte y picante puede ser un desafío para algunas personas. La doctora Fernández propone varias alternativas para facilitar su inclusión en la dieta diaria. Una opción es macerar un diente de ajo en aceite de oliva y usar ese aceite para untar en las tostadas o como aderezo en las ensaladas. De esta manera, se aprovechan las propiedades del ajo sin necesidad de consumirlo directamente. Asimismo, el ajo negro, producto de un proceso de fermentación, se presenta como una alternativa más suave que puede ser más aceptable para aquellos que no disfrutan del sabor del ajo crudo.
Otros alimentos recomendados
Además del ajo, la doctora Fernández sugiere complementar la dieta con cebolla y frutos rojos, como fresas, moras, cerezas y arándanos. Estos alimentos, ricos en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, desempeñan un papel importante en la prevención del cáncer y deberían ser incluidos en la alimentación diaria.
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