
Amalia Pérez: ícono del levantamiento de pesas paralímpico, busca quinta medalla en París 2024
Amalia Pérez, leyenda paralímpica mexicana, aspira a su quinta medalla consecutiva en halterofilia en París 2024 a sus 51 años.

Amalia Pérez representa una figura emblemática en el ámbito del deporte paralímpico, con una trayectoria que ha dejado huella desde su participación en Sydney 2000. La destacada atleta mexicana ha demostrado su excelencia al subirse al podio en cada participación, conquistando las últimas cuatro citas, y teniendo la vistas en la próxima edición de París, donde aspira a coronarse por quinta vez consecutiva. Con esto, busca hacer resonar el himno de México en la más importante competición internacional para deportistas con discapacidad.
Amalia Pérez, un recorrido lleno de logros
A pesar de sus 51 años, Amalia Pérez se ha convertido en un símbolo del deporte paralímpico mexicano y destaca entre las tres levantadoras de pesas a nivel mundial que han cosechado seis medallas paralímpicas a lo largo de su carrera, junto con la egipcia Fatma Omar y la nigeriana Lucy Ejike. Las tres atletas alcanzaron este hito en los Juegos de Tokio.
El diagnóstico de artrogriposis múltiple congénita de pequeña, resultado de un nacimiento prematuro a los seis meses que afectó su desarrollo en las piernas, no impidió que Pérez abrazara el deporte como parte de su proceso de rehabilitación. Aunque no fue hasta los 18 años que se adentró en el mundo de la halterofilia, su trayectoria en este deporte comenzó en 1991, destacándose en los Juegos Nacionales de Guadalajara. Con la inclusión de la halterofilia femenina en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000, Amalia Pérez capitalizó la oportunidad y se llevó la plata en la categoría de hasta 52 kilos.
En Atenas 2004, repitió la hazaña al obtener nuevamente la medalla de plata, un logro que atesora con especial cariño, ya que poco antes había dado a luz a su hija, Melissa. La atleta enfatiza que ser madre no debe ser un obstáculo para seguir compitiendo en el deporte de alta élite. Con el paso de los años, su trayectoria se vio enriquecida con participaciones en Juegos y medallas, alcanzando el oro en los Juegos de Río 2016, donde la calidez del público la llevó a un nivel de concentración y emoción sin precedentes.
En los Juegos de Tokio 2020, donde nuevamente llevó a casa el oro en la categoría femenina de 61 kilos, la ausencia de espectadores contrastó con la experiencia vivida en ediciones anteriores. A esto, se suman sus oros conseguidos en Beijing 2008, donde estableció un levantamiento récord de 128 kilos, y en Londres 2012, con 135 kilogramos. A vísperas de los Juegos de París, Amalia Pérez destaca su deseo de que el público las vea, las aplauda y reconozca su potencial. La ausencia de espectadores en Tokio hizo aún más palpable su anhelo por el respaldo y reconocimiento del público, una fuerza motriz que busca inspirar y cautivar a través de su desempeño en la competencia.
Preparación y proyecciones hacia París
Con miras a los Juegos de París 2024, Amalia Pérez se presenta en óptimas condiciones y se encuentra posicionada entre las 10 mejores del mundo en su categoría. Reconoce que la competencia se ha intensificado, lo cual valora positivamente como un impulso para la disciplina. A estas alturas, la atleta mexicana se muestra entusiasmada por mostrar sus capacidades y habilidades en el evento deportivo internacional.
Más allá de su trayectoria deportiva, el testimonio de Amalia Pérez trasciende el ámbito competitivo, convirtiéndose en un símbolo de
superación y perseverancia. Su historia de vida y su destacada trayectoria en el deporte paralímpico no solo la posicionan como una referente en su disciplina, sino que también representan un legado inspirador para las futuras generaciones de deportistas.
El testimonio de Amalia Pérez es un recordatorio de que las barreras son superables y que el deporte, más allá de la competencia en sí, es un medio para promover la inclusión, la valentía y la determinación. Su participación en los próximos Juegos de París 2024 sin duda será una oportunidad más para que el mundo reconozca y celebre el potencial ilimitado de los deportistas paralímpicos.
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