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Beneficios del aceite de orégano para la salud digestiva y la piel
El orégano es un aliado para la salud digestiva, fortalece el organismo, previene infecciones y mejora la piel.
El orégano es un ingrediente muy valorado en el ámbito de la salud digestiva. Sus antioxidantes son más efectivos que los de las manzanas, lo que lo convierte en un aliado para la digestión. Además, actúa como un antibiótico natural, previniendo enfermedades y fortaleciendo el organismo. Entre sus beneficios se encuentran:
- Fortalecimiento del organismo: el consumo de orégano ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
- Reducción de mucosidad y secreciones: contribuye a prevenir afecciones respiratorias como la tos y la bronquitis.
- Prevención de infecciones: sus propiedades ayudan a prevenir infecciones causadas por hongos y bacterias.
- Estimulación del apetito: el orégano tiene la capacidad de estimular el apetito, favoreciendo la ingesta de alimentos.
- Mejora de la digestión y eliminación de toxinas: facilita la digestión de grasas y contribuye a la eliminación de toxinas del organismo.
- Regulación del colesterol: favorece el aumento del colesterol bueno y la disminución del colesterol malo.
- Cicatrización de heridas: sus propiedades son beneficiosas para la cicatrización de heridas cutáneas.
El aceite de orégano casero, tu mejor aliado
Si estás interesado en obtener los beneficios del orégano, puedes preparar tu propio aceite de orégano en casa de manera sencilla. Aquí te mostramos cómo hacerlo:
- Obtén la planta de orégano: adquiere la planta en el mercado y asegúrate de que esté seca. Límpiala cuidadosamente para eliminar impurezas.
- Colócala en un frasco de vidrio: introduce el orégano en un frasco de vidrio, dejando espacio suficiente para añadir aceite de oliva orgánico.
- Añade el aceite de oliva: vierte el aceite de oliva orgánico en el frasco, preferiblemente prensado en frío, cubriendo completamente el orégano.
- Cocina a baño maría: coloca el frasco destapado a baño maría durante 10-15 minutos, a fuego lento.
- Deja reposar: una vez cocinado, deja enfriar el frasco al aire libre. Posteriormente, tápalo y déjalo reposar durante dos semanas en la alacena para que el aceite absorba todas las propiedades medicinales del orégano.
- Colar y almacenar: una vez transcurrido el tiempo de reposo, cuela el aceite y guárdalo en un frasco para su uso. Puedes agregar este aceite casero a licuados, ensaladas y otros alimentos, o tomarlo directamente en gotas.
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