¿Chisme o instinto de alerta? El interés de perros y gatos por lo que sucede alrededor

El chisme, impulsado por estructuras cerebrales relacionadas al placer, es un fenómeno universal.

El mundo animal, lleno de comportamientos fascinantes, nos revela aspectos sorprendentes sobre la inteligencia y las motivaciones de nuestras mascotas. Aunque a menudo atribuimos nuestros deseos y emociones a los animales, existe una realidad más profunda detrás de sus acciones. En el caso de los perros y los gatos, por ejemplo, su aparente interés por "los chismes" no proviene del deseo de enterarse de secretos, sino de un instinto mucho más antiguo: la alerta para la supervivencia.

El lado oscuro del chisme animal

Es inevitable: el chisme le encanta a todo el mundo. No importa si no conoces a los involucrados, si el hecho central de la conversación no te incumbe ni te afecta, a las personas nos gusta escuchar historias y, de hecho, está comprobado por la ciencia. Pero, ¿podría ser que nuestros amigos peludos también se vean atraídos por este tipo de conversaciones? A primera vista, parece una simple proyección humana, pero los comportamientos cotidianos de perros y gatos pueden hacernos preguntarnos si no son más "chismosos" de lo que imaginamos.

Un misterio en el comportamiento perro gato

Los animales domésticos a menudo exhiben comportamientos intrigantes como asomarse por la ventana, seguirnos a todos lados o quedarse cerca cuando hablamos por teléfono. Estos actos podrían interpretarse como una forma de "chisme", pero los expertos sugieren que se trata más bien de un reflejo de su instinto natural de observar y aprender sobre su entorno.

Alerta supervivencia: la verdadera razón detrás del interés

Gary M. Landsberg, médico de la Clínica especializada en Comportamiento Veterinario del Norte de Toronto, explica que esta aparente "curiosidad por el chisme" no tiene que ver con la interacción social propia de los humanos, sino con su interés natural por el entorno. Para los perros, observar puede ser una forma de buscar estimulación visual, defender su territorio, evitar el aburrimiento o socializar pasivamente. Su capacidad de aprendizaje a través de la observación les permite anticipar eventos y proteger a su grupo social.

Los gatos, por otro lado, muestran un interés particular por las interacciones humanas. Un estudio realizado en 2022 por la Universidad Paris Nanterre demostró que los gatos domésticos son capaces de distinguir cuándo se les habla directamente y cuándo no, reaccionando con mayor atención cuando sus dueños usan una voz suave y afectuosa dirigida a ellos. Esta capacidad de interpretar señales no verbales es crucial para su supervivencia.

Tanto en perros como en gatos, la motivación detrás de estos comportamientos no es el deseo de "enterarse de los chismes", sino una necesidad más profunda: la de mantenerse alerta y preparados para cualquier situación. Su instinto de supervivencia les impulsa a observar, aprender y anticipar eventos, lo que les permite adaptarse al entorno y protegerse de posibles peligros.

El eavesdropping: un comportamiento ancestral

Este fenómeno se conoce como "escucha clandestina" o eavesdropping, un término utilizado en etología para describir la capacidad de ciertos animales de captar e interpretar información no dirigida a ellos, pero que resulta útil para su supervivencia. La escucha clandestina ha sido observada en diversas especies, desde insectos hasta mamíferos, ya que se trata de una estrategia evolutiva exitosa.

El perro puede interpretar las interacciones entre humanos, percibiendo la tensión o la alegría, y adaptando su comportamiento en consecuencia. El gato puede observar rutinas domésticas y anticipar eventos, como la salida de alguien de casa, permitiéndole prepararse para la situación. Estos comportamientos no implican una comprensión cognitiva del contenido del mensaje, sino un aprovechamiento de las señales del entorno.

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