Cómo identificar y tratar la fiebre en gatos: síntomas, cuidados y causas comunes
La fiebre en gatos es difícil de detectar; observa su nariz, comportamiento y hábitos de higiene. Si sospechas fiebre, consulta al veterinario.
Los gatos son animales de compañía que, a pesar de su fama de ser muy imparciales, requieren una atención especial por parte de sus dueños, principalmente en lo relacionado a su salud. Uno de los problemas más complicados de identificar en estos animales es la fiebre, ya que a diferencia de los perros, los gatos tienden a ocultar su malestar y se aíslan cuando se sienten mal, por lo que es fundamental estar alerta a cualquier cambio en su comportamiento.
Conociendo la fiebre en gatos
La fiebre en gatos es un indicador de que algo no anda bien en su organismo, al igual que en las personas. Aunque la temperatura debe ser medida por un veterinario mediante un termómetro rectal, existen formas de detectar si nuestro gato tiene fiebre sin la necesidad de acudir a un especialista. Observando su comportamiento, el estado de su nariz, su higiene personal y su respiración, se puede tener una idea de si el felino está padeciendo de fiebre.
Es fundamental resaltar que los gatos suelen tener la nariz húmeda y fresca, por lo que si se encuentra reseca y caliente, es un signo de que podría tener fiebre. De igual manera, si el gato se muestra inquieto o angustiado sin motivo aparente o si permanece acostado, con los ojos pesados o irritados, son señales que no deben pasar desapercibidas. La respiración y los latidos del corazón acelerados también son indicadores de que el gato podría tener fiebre. Finalmente, si observa que su gato no está manteniendo su higiene personal habitual, es un síntoma claro de que algo no está bien en su salud.
Qué hacer si su gato tiene fiebre
Si se llega a sospechar que el gato pueda tener fiebre, es importante mantenerlo hidratado. Si el felino no está bebiendo agua normalmente, se puede ayudarle a tomar líquidos mediante una jeringa, introduciendo suavemente el líquido en su boca. También es posible proporcionarle un suero diseñado especialmente para mascotas para mantenerlo hidratado.
Es esencial asegurarse de que el gato esté recibiendo una dieta que cubra todas sus necesidades nutricionales. En caso de que esté experimentando diarrea, es preferible optar por una dieta húmeda y, una vez que se haya recuperado, se puede regresar a combinarla con su alimentación seca habitual. Antes de llevarlo al veterinario, se puede intentar humedecer ligeramente la superficie de su cuerpo aplicando compresas húmedas. Es recomendable mojar las compresas con agua fría y colocarlas sobre su frente, dejándolas actuar durante algunos minutos y luego repetir el proceso sobre sus patas y abdomen, en un par de ocasiones durante el día.
Causas de fiebre en gatos
Las causas de fiebre en los gatos pueden variar desde problemas leves hasta enfermedades graves que pueden poner en riesgo la vida del felino, por lo que es importante acudir al veterinario ante cualquier síntoma sospechoso. Las causas más comunes de fiebre en gatos abarcan infecciones virales, bacterianas o fúngicas de menor relevancia, gripe o resfriado común, pancreatitis, traumatismos, efectos secundarios de medicamentos y la presencia de tumores, especialmente en gatos de edad avanzada. También es importante considerar la posibilidad de enfermedades virales o bacterianas como la panleucopenia o la leucemia.
Es fundamental recordar que ante cualquier indicio de malestar en un gato, es fundamental acudir al veterinario lo más pronto posible, ya que el especialista podrá brindar el diagnóstico correspondiente y la atención médica necesaria para recuperar la salud del felino. La atención oportuna y el cuidado adecuado son fundamentales para garantizar una recuperación exitosa.
Compartir noticia