Cómo revivir una lengua de suegra, consejos para cuidar esta resistente planta

Si eres amante de la jardinería y tienes en casa una lengua de suegra, también conocida como lengua de tigre, lengua de vaca, lengua de gato, rabo de tigre o espada de San Jorge, te interesará saber cómo revitalizarla y lograr que sus hojas luzcan grandes y saludables. A continuación, te presentamos algunos consejos para lograrlo.

Replantación para revivir la planta

En caso de que tu lengua de suegra presente síntomas de deterioro, una opción efectiva para revitalizarla es realizar una replantación. Para ello, es recomendable seleccionar una maceta con orificios amplios que permitan un adecuado drenaje de agua. Posteriormente, se debe retirar la planta de su maceta actual y añadir una mezcla de sustrato para cactus y sustrato normal. Durante este proceso, es importante separar las raíces, eliminar las hojas secas o marchitas, así como limpiar el exceso de tierra adherida a las raíces, con el fin de promover su salud y crecimiento.

Una vez completado este paso, se procede a colocar la planta en la nueva maceta con la mezcla de sustratos, asegurándose de fijarla de manera adecuada. Esta técnica contribuirá a la recuperación de la lengua de suegra, favoreciendo el desarrollo de hojas más robustas y vigorosas.

Regado y cuidados especiales

La lengua de suegra se caracteriza por ser una planta sumamente resistente, capaz de sobrevivir en condiciones de escasa iluminación, altas temperaturas y ambientes secos. No obstante, es importante prestar atención a su frecuencia de riego para favorecer su salud y crecimiento.

Se recomienda regar la lengua de suegra una vez cada 15 días, aunque durante la temporada de verano es posible aumentar la frecuencia a una vez por semana. En contraste, durante el invierno es esencial reducir la frecuencia de riego a una vez al mes. Es fundamental evitar el exceso de agua en la maceta, ya que esto podría ocasionar daños a la planta.

Por último, se sugiere ubicar la lengua de suegra en un lugar bien iluminado, manteniéndola a una temperatura mínima de 16 °C, dado que es sensible a las bajas temperaturas. Esta planta puede ser cultivada en ambientes sombreados, semi-sombreados e incluso a plena exposición solar, lo que la convierte en una opción versátil para la decoración interior.