
Contacto Visual: ¿Mentira o sinceridad? Descubre su significado
El contacto visual juega un papel crucial en la comunicación no verbal, transmitiendo emociones y actitudes más allá del lenguaje verbal.

El lenguaje corporal juega un papel fundamental en la comunicación humana, transmitiendo mensajes que a menudo superan las palabras habladas. Dentro de este complejo sistema, el contacto visual emerge como un elemento esencial que puede revelar emociones, intenciones y actitudes.
La Profundidad del Contacto Visual
Estudios realizados por expertos como Albert Mehrabian, psicólogo estadounidense, han demostrado que solo el 35% de la comunicación en una interacción cara a cara proviene de las palabras. El restante 65% se atribuye a aspectos no verbales, incluyendo el contacto visual. Este último puede expresar confianza, interés, seguridad, pero también nerviosismo, timidez o falta de seguridad, dependiendo del contexto y la intensidad.
Evitar el contacto visual durante una conversación puede generar diversas interpretaciones. Puede ser visto como una señal de deshonestidad, aunque no siempre es así. De acuerdo con investigaciones de Ronald E. Riggio, profesor de Liderazgo y Psicología Organizacional en Claremont McKenna College, los mentirosos a menudo mantienen un mayor contacto visual que cuando dicen la verdad, probablemente para compensar la creencia común sobre el engaño.
El Impacto del Contacto Visual en las Negociaciones
En el ámbito de las negociaciones, el contacto visual juega un papel crucial. Desviar la mirada puede proyectar desinterés, nerviosismo o falta de preparación, mientras que mantenerlo transmite compromiso y confianza. Combinar la mirada con otros gestos de escucha activa, como asentir, mostrar expresiones faciales adecuadas y sonreír, favorece una comunicación más efectiva y abierta.
Existen estudios que sugieren que el cerebro no puede manejar simultáneamente las tareas de pensar en las palabras correctas durante una conversación y focalizarse en la cara del interlocutor. Esta situación puede llevar a evitar el contacto visual, especialmente cuando se busca expresar ideas complejas o utilizar vocabulario poco común.
Ansiedad Social y Contacto Visual: Una Relación Compleja
La ansiedad social, también conocida como trastorno de ansiedad social, afecta significativamente la capacidad de las personas para interactuar socialmente. El miedo excesivo al escrutinio puede provocar que el contacto visual se perciba como una amenaza, intensificando la sensación de inseguridad y vergüenza. La interacción social, incluyendo el contacto visual, se vuelve un desafío para quienes padecen este trastorno.
El trastorno de ansiedad social se caracteriza por un temor intenso y persistente a ser observado y juzgado por los demás. Este miedo puede derivarse de la autoexigencia, las historias familiares y sociales que influyen en la percepción del individuo, provocando una serie de síntomas como nerviosismo, inseguridad y vergüenza en situaciones sociales.
Las actividades cotidianas, como hablar en público, mirar a los ojos a desconocidos, asistir a eventos sociales o incluso comer en público, pueden desencadenar ansiedad social en quienes lo padecen. Este trastorno puede afectar negativamente la vida laboral, académica y personal, dificultando la construcción de relaciones interpersonales.
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