Declaran extinta al zarapito fino tras tres décadas sin avistamientos en su hábitat natural
Más del 99.9% de las especies han desaparecido, algunas por causas naturales y otras por actividades humanas, como el ave zarapito fino.
La extinción de especies es un fenómeno que ha dejado su huella en la historia de nuestro planeta, y se estima que más del 99.9 por ciento de las especies que alguna vez existieron han desaparecido a lo largo de millones de años. Sin embargo, es importante destacar que no todas estas extinciones son consecuencia de la naturaleza, sino que muchas son atribuibles a la actividad humana. Un claro ejemplo de esto es la lamentable desaparición del zarapito fino, un ave que solía habitar las regiones de cría en Kazajistán y Rusia, pasando los inviernos en el norte de África y el oeste de Asia.
Desaparición sin rastro
A pesar de las múltiples expediciones y búsquedas realizadas a lo largo de casi tres décadas, no se ha logrado avistar un solo ejemplar del zarapito fino. La última evidencia verificable de su existencia data de 1995, cuando se capturó una fotografía en Marruecos. Este hecho ha llevado a los expertos a estimar que la probabilidad de que esta ave haya logrado sobrevivir hasta la actualidad es de apenas 0.4 por ciento, lo que representa un golpe devastador para la biodiversidad global.
Factores de la extinción
La extinción del zarapito fino se debe a diversos factores, muchos de los cuales son atribuibles a la intervención humana. Uno de los principales motivos de su desaparición fue la caza masiva durante las migraciones del ave, que atravesaban el Mediterráneo. Esta actividad redujo drásticamente su población, llevándola al borde de la extinción. Además, su patrón migratorio la volvió vulnerable debido a la degradación de los ecosistemas en las múltiples regiones que visitaba, lo que complicó aún más su supervivencia.
Impacto en los ecosistemas
La transformación de pastizales en tierras agrícolas y la intensificación de la ganadería en las zonas de cría del zarapito fino también tuvieron un impacto perjudicial en su hábitat. Estos cambios en el uso del suelo redujeron considerablemente las áreas disponibles para esta ave, contribuyendo así a su progresiva desaparición. La combinación de estos factores ha creado un panorama desolador para el zarapito fino, una especie que desempeñaba un papel fundamental en los ecosistemas que habitaba.
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