Descubren cómo los estrógenos afectan la inmunoterapia en cáncer de mama y otros tumores

Los estrógenos son hormonas sexuales que han sido vinculadas con el crecimiento tumoral en células de cáncer de mama que poseen sus receptores. Sin embargo, un nuevo estudio ha revelado una conexión más amplia entre estas hormonas y el crecimiento de no solo los cánceres de mama, sino también de otros tumores, incluso en ausencia de receptores específicos. Esta investigación, llevada a cabo por el Instituto del Cáncer de Duke, ha arrojado luz sobre el impacto de los estrógenos en el sistema inmunitario y en la eficacia de las terapias inmunológicas.

El estudio, publicado en la revista Science Advances el 27 de septiembre, destaca cómo los estrógenos no solo disminuyen la capacidad del sistema inmunitario para atacar los tumores, sino que también reducen la eficacia de las inmunoterapias, especialmente en los casos de cáncer de mama triple negativo, una forma agresiva de la enfermedad que carece de receptores para el estrógeno, la progesterona y las proteínas del receptor HER2.

Utilizando análisis de datos de pacientes y experimentos con ratones, los investigadores encontraron que los fármacos antiestrógenos podían revertir los efectos perjudiciales de los estrógenos, restaurando la potencia de las inmunoterapias. Este hallazgo abre la puerta a nuevas posibilidades terapéuticas para mejorar la eficacia de las inmunoterapias en distintos tipos de cáncer, no limitándose únicamente al cáncer de mama.

Mejorando la Eficacia de la Inmunoterapia

Donald McDonnell, autor principal del estudio, subrayó la importancia de desarrollar estrategias para aumentar la actividad anticancerígena de las inmunoterapias. El descubrimiento de que los fármacos antiestrógenos pueden potenciar la eficacia de estas terapias representa un avance significativo en la lucha contra el cáncer. Además, el equipo de investigación observó que este beneficio no solo se limitaba al cáncer de mama triple negativo, sino que también se extendía a otros tipos de malignidades, como el melanoma y el cáncer de colon.

Un aspecto interesante del estudio fue el enfoque en un tipo específico de glóbulos blancos llamados eosinófilos. Aunque tradicionalmente se asociaban con reacciones alérgicas y enfermedades inflamatorias, se ha descubierto que los eosinófilos desempeñan un papel relevante en el contexto tumoral. Un fenómeno conocido como eosinofilia tisular asociada a tumores (TATE) se ha correlacionado con mejores resultados en pacientes con diversos tipos de cáncer, incluyendo el kolon, esófago, estómago, boca, melanoma e hígado.

La Influencia de los Estrógenos en los Eosinófilos

Los investigadores del Instituto del Cáncer de Duke analizaron cómo los estrógenos afectan el número de eosinófilos y la TATE en modelos murinos. Se encontró que la hormona no solo aumentaba el crecimiento tumoral en cánceres de mama con receptores de estrógenos negativos, sino también en tumores de melanoma, que no dependen de los receptores estrogénicos para su desarrollo. Por el contrario, las terapias antiestrógenos no solo inhibieron la señalización del receptor estrogénico, sino que también potenciar el impacto de las inmunoterapias, limitando así el crecimiento tumoral.

Implicaciones Clínicas y Nuevos Ensayos

Estos hallazgos subrayan la importancia de la señalización del receptor de estrógenos como regulador de la biología de los eosinófilos y de la TATE. Además, destacan la potencial aplicación clínica a corto plazo de los fármacos antiestrógenos para maximizar los beneficios de las inmunoterapias en múltiples tipos de tumores. Se están planeando ensayos clínicos con el fármaco antiestrogénico en fase de investigación llamado lasofoxifeno en pacientes con cáncer de mama triple negativo, lo que podría marcar un hito en el tratamiento de esta difícil de tratar variante de cáncer.

Conclusiones y Perspectivas Futuras

En resumen, este estudio revela una relación más compleja entre los estrógenos, el sistema inmunitario y la eficacia de las terapias inmune moduladoras en oncología. La capacidad de los fármacos antiestrógenos para revertir los efectos adversos de los estrógenos en el contexto tumoral representa una vía prometedora para mejorar los resultados en pacientes con diversos tipos de cáncer. A medida que se avanza en la investigación y se inician ensayos clínicos, se abre la posibilidad de desarrollar estrategias más efectivas para combatir el cáncer, fortaleciendo la intersección entre la terapia hormonal y la inmunoterapia en la práctica clínica.