
Descubren que la anaconda verde es en realidad dos especies genéticamente diferentes

Un hallazgo sorprendente ha trastocado la comprensión previa de la anaconda verde, una de las especies más emblemáticas del Amazonas. Investigadores han encontrado que, en realidad, se trata de dos especies genéticamente distintas, lo que plantea un nuevo desafío en términos de conservación para estos depredadores de la jungla.
El impactante descubrimiento
Esta revelación, que ha pasado desapercibida durante mucho tiempo, representa un hito significativo en la comprensión de la diversidad de especies en el Amazonas.
Las anacondas verdes, conocidas por su imponente tamaño y asombrosa capacidad depredadora, se encuentran predominantemente en ríos y humedales de América del Sur. Esta nueva comprensión de su diversidad genética plantea un desafío importante para el futuro de su conservación.
Características de las anacondas verdes
Las anacondas verdes, también conocidas como anacondas gigantes, son reconocidas como los reptiles más pesados del mundo y una de las serpientes más largas. Con hembras que pueden medir más de siete metros de largo y pesar más de 250 kilogramos, estas impresionantes criaturas son vitales para mantener el equilibrio en sus ecosistemas.
Su papel como superdepredadores es fundamental para regular las poblaciones de otras especies, influyendo en su comportamiento en términos de alimentación, reproducción y migración. Además, su presencia es un indicador clave de la salud de los ecosistemas en los que habitan, por lo que conocer y preservar estas especies es crucial.
El descubrimiento de dos especies
La reciente investigación ha revelado que la anaconda verde, anteriormente considerada como una sola especie (Eunectes murinus), en realidad se divide en dos especies genéticamente distintas. La primera especie, encontrada en Perú, Bolivia, Guayana Francesa y Brasil, ha sido denominada "anaconda verde del sur". La segunda especie, identificada en Ecuador, Colombia, Venezuela, Trinidad, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, se ha nombrado "anaconda verde del norte" (Eunectes akayima).
Estas dos especies, a pesar de su apariencia física casi idéntica, presentan una divergencia genética sorprendente del 5,5%, lo que plantea la necesidad de estrategias de conservación adaptadas a las particularidades de cada una.
Implicaciones para la conservación
Hasta el momento, ambas especies han sido gestionadas como una sola entidad, sin embargo, el descubrimiento de su divergencia genética expuso la necesidad de replantear las estrategias de conservación. Cada especie puede enfrentar diferentes amenazas y tener distintos nichos y áreas de distribución ecológicos, por lo que es crucial diseñar medidas específicas para salvaguardar el futuro de ambas.
Además, esta investigación subraya la importancia de incorporar la taxonomía genética en la planificación de la conservación, permitiendo una mejor preservación de la diversidad de la vida en la Tierra.
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