La sonda espacial Chandrayaan-3 de la India ha logrado un exitoso aterrizaje en una región inexplorada en el polo sur de la Luna, marcando un hito histórico para el país. Esta hazaña convierte a la India en la quinta nación en llegar a la Luna, uniéndose a Estados Unidos, Rusia, China y la propia India que ya había logrado esto anteriormente.
La misión Chandrayaan-3 ha sido un viaje de 40 días desde su lanzamiento el 14 de julio, utilizando el cohete más grande y pesado de la India. Esta región del polo sur de la Luna ha despertado mucho interés debido a la posible presencia de reservas de hielo de agua, que podrían ser utilizadas para futuras misiones espaciales o como sustento para eventuales bases humanas en la Luna.
Esta no es la primera vez que India intenta aterrizar en la Luna, ya que en 2019 la misión Chandrayaan-2 logró desplegar un orbitador, aunque su módulo de aterrizaje tuvo un accidente. Sin embargo, con la llegada exitosa de Chandrayaan-3, la India demuestra su capacidad para desarrollar tecnologías interplanetarias y su ambición de seguir explorando el espacio.
La sonda Chandrayaan-3 consta de un módulo Lander autóctono (LM) de 1,7 toneladas, un módulo de propulsión (PM) de 2,1 toneladas y un rover de 26 kilos. Estos instrumentos tienen como objetivo llevar a cabo análisis químicos y científicos en la superficie lunar, recopilando datos sobre la geología y composición mineral del satélite.
Se espera que Chandrayaan-3 permanezca en funcionamiento durante dos semanas, realizando una serie de experimentos y análisis en la superficie lunar. Este éxito pone de manifiesto el creciente avance de la India en la exploración espacial y su contribución al conocimiento científico del Universo.
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