
Donar cerebro: Una forma de trascender y ayudar a la ciencia, según experto
Donar cerebro a la ciencia permite estudiar enfermedades neurodegenerativas, ya que los modelos animales no replican la complejidad del cerebro humano.

El estudio de las enfermedades neurodegenerativas representa un desafío científico complejo, pues requiere de modelos que permitan comprender la arquitectura y conectividad del cerebro humano con precisión. A pesar de los avances en la investigación, los modelos animales y computacionales aún presentan limitaciones para replicar la complejidad del sistema nervioso humano.
La Importancia de la Donación Cerebro
En este contexto, la donación cerebro emerge como una herramienta fundamental para el progreso científico. Permiten a los investigadores analizar tejido cerebral humano real, ofreciendo valiosas perspectivas sobre las causas, desarrollo y posibles tratamientos para enfermedades neurodegenerativas.
José Luna Muñoz, doctor en ciencias biológicas y de la salud y director del Biobanco Nacional de Demencias (BND), destaca la importancia de la donación cerebro. "Los modelos animales o computacionales no reproducen la arquitectura ni la conectividad del cerebro humano", explica, enfatizando la necesidad de utilizar material humano para comprender mejor estas complejas enfermedades.
El Biobanco Nacional de Demencias y su Labor
Desde el BND, Luna Muñoz impulsa campañas de sensibilización en torno a la donación de cerebros y ha creado un protocolo para quienes deseen contribuir. El proceso comienza con la comunicación de la intención al biobanco, que entrega una carta de intención a llenar y firmar por el donante.
Este documento se duplica: una copia se queda para la funeraria, otra con un familiar y la original se entrega al BND. Al fallecer el donante, la funeraria traslada el cuerpo a un hospital donde se realiza la extracción del cerebro en un procedimiento que no supera las dos horas. "El proceso se realiza con cuidado y respeto, el cuerpo se mantiene íntegro, no se lastima, no se daña", asegura Luna Muñoz.
El traslado del órgano, el estudio histopatológico y la cirugía no tienen ningún costo para los familiares; todo es absorbido por el BND.
A pesar de la labor del BND, el número de cerebros disponibles aún es insuficiente en comparación con otros países. En México, prevalecen los tabúes alrededor de la donación cerebral, lo que limita el número de donaciones recibidas. Es necesario superar estas barreras y promover una mayor comprensión sobre la importancia de la donación cerebro para el avance científico.
El BND recibe entre una y dos donaciones al año, en su mayoría de personas con Alzheimer, otras enfermedades neurodegenerativas y algunos individuos con afecciones diversas. Todos estos tejidos son cruciales para investigar factores de riesgo y comparar tejido normal con alteraciones.
Para Luna Muñoz, la implementación de campañas de donación de cerebros e incluso la discusión sobre una ley al respecto es fundamental. "Es necesario que la sociedad se involucre en la investigación de enfermedades neurodegenerativas a través de la donación. Esta es una forma de trascender y contribuir a la ciencia", subraya.
La contribución científica de la donación cerebro no puede ser subestimada. Cada donación representa una oportunidad invaluable para avanzar en la comprensión de las enfermedades neurodegenerativas, lo que, a su vez, puede conducir al desarrollo de nuevos tratamientos y mejorar la calidad de vida de millones de personas afectadas por estas condiciones.
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