Estudio revela que medidas básicas podrían evitar miles de muertes por resistencia antimicrobiana

Según un estudio publicado en The Lancet, el acceso a vacunas, agua potable, higiene y métodos de control de infecciones puede prevenir más de 750.000 muertes asociadas cada año a la Resistencia Antimicrobial (RAM). El estudio, liderado por la Universidad de Ibadan (Nigeria) y la Universidad de California (EE.UU.), advierte sobre la falta de políticas sanitarias en este área que podría provocar un aumento constante del número de muertes vinculado a la RAM, que actualmente asciende a 4,95 millones anuales, principalmente en países de ingresos bajos y medios.

La resistencia antimicrobial tiene un impacto significativo en niños, ancianos y en personas con enfermedades crónicas o que requieren procedimientos quirúrgicos. Las autoridades deben mejorar y extender los métodos existentes para prevenir infecciones, promoviendo la higiene de manos, la limpieza y esterilización periódicas de los equipos en los centros de salud, la disponibilidad de agua potable, los sistemas de saneamiento y el uso de vacunas pediátricas.

Cifras alarmantes

Las infecciones bacterianas provocan cada año 7,7 millones de muertes en todo el mundo, lo que las convierte en la segunda causa de fallecimiento a nivel global. De ese total, casi 5 millones de fallecimientos están relacionados con bacterias que han desarrollado resistencia a los antibióticos.

El estudio reclama esfuerzos para extender el acceso a los antibióticos existentes y tratamientos innovadores, así como elevar la inversión para desarrollar nuevos antibióticos, vacunas y medios de diagnóstico diseñados para ser asequibles y accesibles en todo el mundo. Es crucial proporcionar estos antibióticos para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU en materia de supervivencia infantil y envejecimiento saludable.

Aumento de la resistencia antimicrobial

La resistencia antimicrobial está en aumento debido al uso inapropiado de antibióticos durante la pandemia de la Covid-19. Es fundamental que la comunidad científica trabaje en el desarrollo de nuevos antibióticos y vacunas, pero el foco de la acción global en la lucha contra la RAM debe centrarse en intervenciones con eficacia demostrada en la prevención de infecciones.

Intervenciones efectivas

La limpieza y esterilización periódica de las instalaciones y material sanitario, así como una mejor higiene de manos, puede salvar hasta 337.000 vidas al año. Además, el acceso a agua potable y sistemas de saneamiento eficaces en comunidades podría prevenir unas 247.800 muertes. Por otro lado, extender las campañas de vacunación pediátrica, en concreto de preparados neumocócicos y otras vacunas, podría salvar 181.500 vidas al año.