El desafío de la hibernación humana en los viajes espaciales y sus posibles aplicaciones médicas

La hibernación humana para viajes espaciales no será pronto, pero la ciencia investiga sus beneficios y mecanismos para aplicaciones médicas.

Expertos de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Universidad de Bolonia (Italia) han estado investigando la posibilidad de utilizar la hibernación humana en futuras misiones espaciales, como parte de una estrategia para contrarrestar los desafíos físicos y psicológicos que enfrentarán los astronautas.

¿Hibernación o torpor?

Aunque se ha popularizado el término "hibernación", lo correcto es hablar de "torpor", un estado fisiológico en el que el metabolismo se reduce significativamente para permitir la supervivencia en condiciones de escasez de recursos. La duración de este estado puede variar desde horas hasta meses, con periodos de despertar ligero cada 24 horas.

Logros en la simulación del torpor

El neurofisiólogo Matteo Cerri, de la Universidad de Bolonia, ha logrado inducir un estado similar al torpor en ratas, siendo el primer laboratorio en demostrar un procedimiento para simularlo en un animal que no puede hacerlo de forma natural. Este avance representa un hito en la investigación sobre la hibernación humana.

Estudios con animales han revelado que el torpor tiene efectos positivos en la atrofia muscular y la pérdida de masa ósea, problemas comunes en la falta de gravedad del espacio. Además, los animales en torpor parecen estar más protegidos de la radiación cósmica, lo que sugiere que podría ser beneficioso para la salud de los astronautas.

Desafíos psicológicos

Además de los desafíos físicos, los largos viajes espaciales también representan importantes retos psicológicos para los astronautas. La soledad y el confinamiento en un espacio reducido podrían reducirse si parte del trayecto se realizara hibernando, lo que también tendría ventajas logísticas y económicas al reducir la necesidad de suministros.

Aplicaciones médicas en la Tierra

El torpor también ofrece posibilidades en el ámbito médico, ya que el organismo funciona de manera especial durante este estado. Se ha planteado la posibilidad de utilizarlo para dar más tiempo a pacientes que necesitan un trasplante, ralentizar algunos tumores o emplearse en cirugías invasivas. Además, podría tener implicaciones en la investigación del alzhéimer.

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