La importancia de la higiene bucodental en bebés desde el nacimiento
La higiene bucodental en bebés es esencial, iniciando antes de la erupción dental y continuando con cuidados específicos hasta la edad escolar.
La higiene bucodental infantil es una parte fundamental del cuidado de la salud de los más pequeños. Aunque los dientes de leche eventualmente se caerán, es crucial mantener una buena higiene desde la aparición de los primeros dientes para garantizar la salud dental a largo plazo. En este artículo, exploraremos la importancia de la higiene bucal en bebés y niños, así como las recomendaciones de especialistas en odontología pediátrica.
La erupción dental en bebés
La mayoría de los bebés comienza a desarrollar sus primeros dientes entre los 6 y 12 meses de edad, aunque algunos pueden no tener ningún diente hasta su primer cumpleaños. Según la Academia Americana de Pediatría, los primeros dientes en salir suelen ser los incisivos centrales inferiores, y la mayoría de los niños tienen todos sus dientes de leche a los 3 años de edad. Es fundamental prestar atención a la higiene bucal incluso antes de que aparezcan los dientes, ya que su cuidado adecuado puede prevenir problemas en el futuro.
La Sociedad Española de Odontopediatría enfatiza la importancia de establecer buenas prácticas de higiene bucal incluso antes de que aparezcan los primeros dientes. Recomiendan limpiar las encías y los laterales de la boca del bebé con un paño húmedo para eliminar los restos de leche, prevenir la aparición de infecciones, aliviar molestias en la erupción dental y establecer vínculos afectivos con el bebé. Para llevar a cabo esta limpieza, se puede utilizar una gasa mojada con agua o suero fisiológico o un dedil de silicona diseñado para esta tarea. Esta rutina debe llevarse a cabo hasta que el bebé desarrolle sus primeros dientes.
Cuidados dentales durante la infancia
Una vez que el bebé tiene dientes, es crucial cepillarlos dos veces al día, especialmente por la noche, después de la última comida. La Asociación Española de Pediatría recomienda utilizar un cepillo de lactantes con pasta dental que contenga flúor en una concentración de 1000 ppm y aplicar una cantidad equivalente a un grano de arroz o una pequeña mancha. A medida que el niño crece, la cantidad de dentífrico se puede aumentar a la medida de un guisante cuando cumpla 3 años. Es importante supervisar el cepillado dental del niño hasta los 7 u 8 años, cuando debería poder hacerlo de forma adecuada.
Además, es recomendable llevar al niño al odontopediatra cuando cumpla su primer año, o antes si han aparecido los primeros dientes. Durante el crecimiento del niño, se deben programar visitas de control al dentista cada seis meses. Esto es esencial para garantizar que los dientes temporales se mantengan en buenas condiciones, ya que su salud también afecta la salud de los dientes permanentes.
Importancia de una buena higiene bucal
El cuidado adecuado de los dientes temporales es crucial para preservar el espacio en la mandíbula para los dientes adultos. Si los dientes de leche se pierden debido a una mala higiene bucal, los dientes permanentes pueden verse afectados, provocando problemas como apiñamiento o malformaciones. Además, infecciones que comienzan en los dientes temporales pueden tener consecuencias graves, como infecciones renales o problemas en la válvula cardíaca. Cualquier infección en un diente temporal que afecte su raíz puede generar complicaciones en los dientes permanentes, como malformaciones o manchas.
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