Huevo que no se rompe: Científicos descubren el secreto del impacto ideal

Un estudio del MIT demostró algo impactante sobre los huevos, desafiando la sabiduría popular de hacerlos caer verticalmente.

En un giro inesperado a la sabiduría popular, investigadores del MIT han descubierto que la forma en que un huevo cae puede determinar si se rompe o no. A través de casi 200 experimentos, el equipo determinó que los huevos tienen más probabilidades de permanecer intactos si caen horizontalmente en lugar de verticalmente. Este hallazgo contradice la creencia común y desafía las explicaciones tradicionales sobre la resistencia mecánica.

Desafío del huevo que se cae

El "desafío del huevo que cae" es una actividad popular en escuelas y universidades, donde los estudiantes se enfrentan al reto de diseñar estructuras que protejan un huevo al ser soltado desde una cierta altura. Tradicionalmente, se recomienda a los participantes que el huevo caiga en forma vertical, basándose en la idea de que la estructura vertical del huevo, similar a un arco, permite redistribuir eficazmente la carga de energía durante el impacto.

Sin embargo, Tal Cohen, ingeniera y miembro del equipo de investigación del MIT, cuestionó esta suposición. Al observar los resultados de múltiples ediciones del desafío, se percató de que la lógica detrás de la resistencia del arco no se aplicaba necesariamente a la dinámica del impacto. Esto llevó al equipo a iniciar un proyecto formal para investigar el comportamiento de los huevos en diferentes situaciones de caída.

La prueba definitiva: 180 huevos y tres alturas

Los investigadores llevaron a cabo experimentos rigurosos, dejando caer 180 huevos tanto en forma vertical como horizontal sobre una superficie dura. Los huevos se sometieron a caídas desde tres alturas diferentes (8, 9 y 10 milímetros) y los resultados fueron claros: los huevos que caían horizontalmente tenían un índice de ruptura significativamente menor que aquellos que caían verticalmente.

Por ejemplo, más del 50% de los huevos que cayeron verticalmente se rompieron al ser soltados desde una altura de 8 milímetros, mientras que menos del 10% de los huevos que caían horizontalmente sufrieron la misma suerte. Además, se observó que los huevos que caían horizontalmente podían comprimirse más antes de romperse, lo que sugiere una mayor resistencia a la caída. Este hallazgo desafía las nociones preconcebidas sobre la forma en que los objetos se rompen y cómo afecta la orientación del impacto.

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