
Inicio del juicio contra Ismael El Mayo Zambada: implicaciones y el desafío del fentanilo
Hoy inicia el juicio contra Ismael El Mayo Zambada en Nueva York, relacionado con narcotráfico y el fentanilo, afectando la relación entre México y Estados Unidos.

Después de la condena a García Luna, en la que el juez Brian Cogan, de una Corte en Nueva York, impuso una pena de 38 años y seis meses por narcotráfico, y la cadena perpetua emitida previamente contra Joaquín El Chapo Guzmán, hoy se dará inicio, en el mismo tribunal, al proceso contra Ismael "El Mayo" Zambada, un evento que seguramente generará gran inquietud en numerosos sectores.
Hoy comienza el juicio contra "El Mayo" Zambada
Hay dos factores que son determinantes en esta situación: en primer lugar, una característica común en estos juicios: lo expresado por el acusado o los testigos protegidos se considera como una verdad absoluta, inamovible y no sujeta a prueba; en segundo lugar, la singularidad del acusado en este caso, quien ha logrado vivir en la impunidad durante cinco décadas sin ser detenido o haber pisado una cárcel en México, un hecho que le confiere una relevancia transversal que abarca inclusive los tiempos del régimen recientemente concluido. Cabe destacar que, además de estos factores, se suma el impacto del fentanilo, que, al igual que la migración, representa uno de los principales problemas en la relación entre México y Estados Unidos. En lo que respecta al fentanilo, el gobierno de Washington afirma que esta sustancia ha cobrado la vida de cien mil estadounidenses adictos a cada año, y que durante el sexenio de López Obrador, la cifra superó el medio millón de estadounidenses, a pesar de las afirmaciones reiteradas del expresidente en el sentido de que en México no se producía, sino que el problema estaba originado en China debido a los componentes que enviaba a nuestro país para su procesamiento.
Este argumento fue rechazado por las agencias de inteligencia y de salud estadunidenses, las cuales sostienen que la producción se lleva a cabo en México, desde donde se exporta a Estados Unidos. Es evidente que, hasta cierto punto, López Obrador, al igual que sus predecesores, tenía razón: parte del problema radica en la incapacidad del gobierno de Estados Unidos para atender a sus adictos, además de la regla elemental del comercio: mientras exista una demanda, habrá una oferta. Sin embargo, con esto no se pretende eludir la responsabilidad de los gobiernos involucrados.
Mi interés radica en destacar que en el juicio que comenzará hoy, se espera que tanto Zambada como los testimonios protegidos empiecen a revelar nombres que, independientemente de la veracidad de sus afirmaciones, podrían tener un impacto negativo en diversas personas y, en un escenario más amplio, conducir a un maxiproceso contra los gobiernos de México.
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