
Lluvias históricas en CDMX: UNAM lidera protocolos ante eventos extremos
La UNAM lidera esfuerzos científicos y tecnológicos para enfrentar eventos climáticos extremos como las lluvias torrenciales en la CDMX, mediante monitoreo, modelos de predicción y estrategias de resiliencia urbana.

La reciente tromba del 2 de junio en la Ciudad de México y el Estado de México, que descargó más de 10 millones de metros cúbicos de agua en pocas horas, dejó en evidencia los desafíos que enfrenta la infraestructura urbana ante eventos climáticos extremos. Esta situación exige un enfoque integral que combine ciencia, tecnología y estrategias de resiliencia urbana para mitigar los impactos de las lluvias extremas y proteger a las comunidades.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) juega un papel fundamental en este contexto, impulsando la investigación, el desarrollo tecnológico y la educación preventiva para enfrentar los desafíos del cambio climático. A través de sus diversas unidades académicas y centros de investigación, la UNAM contribuye al fortalecimiento de la capacidad de respuesta ante eventos meteorológicos extremos, como las lluvias torrenciales que afectan cada vez más a nuestras ciudades.
Monitoreo en tiempo real: alerta temprana frente a las lluvias extremas
El Observatorio Hidrológico de la UNAM, equipado con estaciones meteorológicas solares y sensores ópticos láser, permite el monitoreo constante de la intensidad, velocidad y energía de las precipitaciones. Los datos recopilados se procesan en tiempo real mediante algoritmos especializados, generando mapas de precipitación que son compartidos con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) como parte de un sistema de alerta temprana para la toma de decisiones.
Esta tecnología de vanguardia proporciona información crucial para la gestión eficiente de los recursos hídricos y la implementación de medidas preventivas ante las lluvias extremas. A través del monitoreo continuo, se pueden identificar zonas de riesgo con mayor precisión, permitiendo una respuesta más oportuna y efectiva a los eventos meteorológicos adversos.
Protocolos institucionales: preparación para enfrentar lluvias torrenciales
La UNAM ha desarrollado protocolos institucionales que incluyen diversas acciones para prevenir y mitigar los impactos de las lluvias extremas. Entre las medidas destacan el monitoreo constante de la información meteorológica, la limpieza preventiva de azoteas, coladeras y drenajes, así como la realización de simulacros de evacuación y capacitación de brigadistas.
Además, se implementan acciones como la señalización y mantenimiento de rutas de emergencia, la coordinación con Protección Civil, Bomberos y servicios médicos, así como la evaluación inmediata de daños y la activación de planes de evacuación. Estos protocolos, diseñados para proteger a la comunidad universitaria, pueden ser replicados por otras instituciones públicas y privadas.
La educación preventiva es fundamental para aumentar la conciencia sobre los riesgos relacionados con las lluvias extremas y promover prácticas que reduzcan la vulnerabilidad de las comunidades. La UNAM desarrolla programas educativos en diferentes niveles, desde la formación de docentes hasta la capacitación de la población en general.
A través de talleres, conferencias y materiales informativos, se busca sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la resiliencia urbana, que implica la capacidad de las ciudades para adaptarse y recuperarse de los eventos climáticos extremos. La educación preventiva juega un papel crucial en la construcción de una sociedad más preparada y resiliente frente a los desafíos del cambio climático.
La creciente urbanización y el cambio climático están intensificando la frecuencia y magnitud de las lluvias extremas. La pérdida de áreas verdes y cuerpos de agua reduce la capacidad de absorción del suelo y aumenta la escorrentía superficial, exacerbando los efectos de las precipitaciones torrenciales. Se prevé que para 2050, las grandes metrópolis del país se calienten dos grados más que el promedio global, lo que aumentará la probabilidad de lluvias extremas, olas de calor y otros eventos climáticos extremos.
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