
Nadadores olímpicos confiesan orinar en albercas como parte de su estrategia de competencia
Los nadadores olímpicos, como Michael Phelps, admiten orinar en las albercas debido a la incomodidad de los trajes ajustados y la necesidad de hidratarse.

Durante la celebración del 2024 en París, eventos deportivos reconocidos a nivel internacional, varios atletas de elite se verán en la necesidad de recurrir a una polémica práctica, comúnmente asociada al mundo de la natación. La razón de esto tiene relación con las exigencias propias de la competencia y las particularidades de la indumentaria que utilizan. A pesar de que para un espectador casual esta situación puede resultar chocante, es importante comprender el contexto en el que se desarrolla.
Necesidades fisiológicas y códigos de conducta en la élite deportiva
Como parte de un riguroso entrenamiento que incluye largas horas en el agua, los nadadores de alto rendimiento enfrentan la necesidad de lidiar con sus funciones fisiológicas mientras se preparan para competir. La incomodidad de salir del agua y despojarse de la indumentaria especialmente diseñada que utilizan, sumado al tiempo que implicaría, en muchas ocasiones los lleva a tomar la decisión de orinar en la misma piscina en la que entrenan. Esta práctica, si bien puede resultar impactante para quienes no están familiarizados con el mundo de la natación profesional, es algo ampliamente conocido entre los propios deportistas, quienes han desarrollado ciertos códigos de conducta para minimizar las incomodidades que pudiera ocasionar a sus colegas.
En declaraciones recientes, reconocidos atletas como Michael Phelps y Lilly King han abordado este tema, destacando la naturalidad con la que los nadadores de élite abordan estas situaciones. Phelps, conocido por sus múltiples triunfos olímpicos, ha señalado que la presencia de cloro en el agua disuelve eficazmente la orina, minimizando su impacto. Por su parte, King, quien ha destacado en competencias a nivel internacional, ha reconocido abiertamente haber orinado en piscinas en las que ha entrenado y competido.
La importancia de la hidratación y la indumentaria en los nadadores de élite
Para comprender cabalmente la cuestión de orinar en la piscina, es crucial considerar dos factores fundamentales que inciden directamente en la necesidad de los nadadores de recurrir a esta práctica: la hidratación constante y la indumentaria especializada que utilizan. Durante las intensas jornadas de entrenamiento y competencia, los nadadores deben mantener niveles óptimos de hidratación, lo cual conlleva a la acumulación de líquidos en la vejiga. Esta situación se ve acentuada por el uso de trajes de baño diseñados para reducir la resistencia en el agua, los cuales se ajustan de manera similar a una segunda piel. Como resultado, los deportistas experimentan una mayor sensación de presión en la vejiga, lo que puede generar la necesidad de orinar con mayor frecuencia.
En este sentido, resulta imperativo comprender que la decisión de orinar en la piscina no responde a una falta de consideración o respeto hacia el entorno deportivo, sino más bien a la necesidad fisiológica y a las condiciones particulares en las que se desenvuelven los nadadores de élite. Es importante recalcar que, si bien esta práctica puede generar controversia, forma parte de la realidad diaria de innumerables atletas que dedican su vida al perfeccionamiento en la disciplina de la natación. En el marco de competencias de alto nivel, como los Juegos Olímpicos o las Copas del Mundo, la capacidad de los nadadores para gestionar eficazmente su hidratación y sus necesidades fisiológicas se convierte en un aspecto relevante que influye en su rendimiento deportivo.
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