OMS mantiene alerta por mpox y pide apoyo internacional continuo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) continúa instando al apoyo internacional para afrontar la epidemia de mpox, manteniendo en alerta máxima la situación debido a su propagación global. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reiteró que el brote cumple con los criterios de una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC), tal como se declaró el 14 de agosto de 2022.

El alcance global de la mpox

Si bien la mpox fue identificada por primera vez en la República Democrática del Congo en 1970, durante mucho tiempo estuvo confinada a una decena de países africanos. Sin embargo, en 2022 comenzó a extenderse al resto del mundo, llegando incluso a países desarrollados donde el virus no tenía circulación previa. Desde principios de 2024, se han reportado más de 37.000 casos confirmados de mpox en 25 países, con un número preocupante de 125 fallecimientos.

La OMS ha instado a la comunidad internacional a mantener una estrecha vigilancia y a fortalecer los esfuerzos para controlar la propagación del virus. La situación actual exige una respuesta coordinada en el ámbito global, incluyendo medidas preventivas, diagnóstico temprano y acceso a tratamientos efectivos. La introducción de un nuevo nivel de alerta superior: el de "emergencia debida a una pandemia", refleja la seriedad con la que se está abordando esta amenaza para la salud pública mundial.

La persistencia del virus en diversos países del mundo subraya la importancia de continuar con los esfuerzos de investigación, desarrollo y distribución de vacunas contra la mpox. La coordinación entre gobiernos, organizaciones internacionales y actores clave en el sector sanitario es fundamental para contener la propagación del virus y minimizar su impacto en la salud global. Es crucial estar preparados para enfrentar los desafíos planteados por la Alerta mpox y trabajar de manera conjunta para proteger la salud de la población mundial.

La OMS mantiene una estrecha vigilancia sobre la evolución de la epidemia, proporcionando información actualizada y orientación técnica a los países miembros. La comunidad internacional debe fortalecer su compromiso con la lucha contra la mpox, asegurando recursos suficientes y coordinando esfuerzos para mitigar los riesgos asociados a esta enfermedad.