
Rodilla, ¡adiós al dolor! Terapias no invasivas para la artrosis
Las rodilleras, la hidroterapia y el ejercicio son las terapias no farmacológicas más efectivas para tratar la artrosis de rodilla, reduciendo dolor e mejorando la movilidad.

La práctica del running, aunque beneficiosa para la salud, puede ser perjudicial para las articulaciones a largo plazo debido a su impacto elevado. Este fenómeno es especialmente común en la rodilla, donde la artrosis puede manifestarse con dolor y rigidez, afectando considerablemente la calidad de vida de millones de personas.
Opciones terapéuticas alternativas para la rodilla
Tradicionalmente, el tratamiento de la artrosis de rodilla se ha centrado en medicamentos antiinflamatorios, los cuales pueden acarrear efectos secundarios gastrointestinales y cardiovasculares. Sin embargo, la investigación científica ha explorado nuevas vías terapéuticas menos invasivas y más seguras.
Un reciente metaanálisis publicado en PLOS One sugiere que las terapias no farmacológicas, como las rodilleras, la terapia acuática y el ejercicio físico, son opciones prometedoras para abordar la artrosis de rodilla. El estudio analizó datos de 139 ensayos clínicos con casi 10.000 participantes, comparando la eficacia de 12 tratamientos no farmacológicos diferentes.
Eficacia de las terapias no farmacológicas
Las ortesis de rodilla se posicionaron en los primeros lugares en términos de reducción del dolor, mejora de la función articular y alivio de la rigidez. La hidroterapia, que consiste en ejercicios o tratamientos realizados en agua caliente, demostró ser especialmente efectiva para aliviar el dolor. Por su parte, el ejercicio físico general también produjo resultados positivos, mejorando tanto el dolor como la función física.
La terapia láser de alta intensidad y la terapia de ondas de choque mostraron algunos beneficios, mientras que los ultrasonidos obtuvieron sistemáticamente las puntuaciones más bajas en cuanto a eficacia. Los investigadores concluyen que las terapias no farmacológicas son alternativas seguras y menos costosas a los medicamentos tradicionales.
Las terapias no farmacológicas, al ser menos invasivas que la cirugía y carecer de efectos secundarios asociados a fármacos, ofrecen una alternativa atractiva para el manejo de la artrosis de rodilla. Además, suelen ser más accesibles económicamente, lo que las convierte en una opción viable para un mayor número de pacientes.
Es importante destacar que el tratamiento seguro y efectivo para la artrosis de rodilla debe ser personalizado según las necesidades e individualidades de cada paciente. La consulta con un profesional de la salud es fundamental para determinar la mejor estrategia terapéutica.
Al considerar la eficacia y seguridad de las terapias no farmacológicas, como las rodilleras, la terapia acuática y el ejercicio físico, se abre un panorama prometedor para el manejo del dolor y la mejora de la movilidad en pacientes con artrosis de rodilla. Estas opciones representan un enfoque integral que busca abordar la condición desde múltiples perspectivas, promoviendo la salud y el bienestar a largo plazo.
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