
Salud Mental: ¿por qué mejoramos por la mañana y empeoramos a medida que avanza el día?
Un estudio revela que la salud mental fluctúa a lo largo del día, alcanzando su punto más alto por la mañana y disminuyendo hacia la noche debido a factores fisiológicos y acumulaciones de estrés.

El equilibrio anímico es un concepto complejo que fluctúa a lo largo del día, impactando nuestra salud mental y bienestar emocional. Un estudio reciente publicado en la revista BMJ Mental Health ha arrojado luz sobre esta dinámica, revelando patrones interesantes en la relación entre el momento del día y nuestro estado de ánimo.
El Ciclo Diario del Bienestar Emocional
Los investigadores descubrieron que la mayoría de las personas experimenta un pico de bienestar por la mañana, seguido de una disminución gradual a medida que avanza el día. Este hallazgo sugiere que nuestra salud mental no es constante, sino que se rige por ritmos biológicos internos.
El estudio, liderado por el Dr. Feifei Bu del University College de Londres, involucró a 49.218 participantes durante un período de tres años. Los resultados obtenidos a través de múltiples encuestas autoinformadas revelaron que la felicidad, la satisfacción con la vida y la autoestima tendían a ser más altas entre las 9 y las 12 del mediodía, mientras que los síntomas depresivos mostraban un aumento hacia la medianoche.
La Mañana: Un Momento Propicio para el Bienestar Emocional
Esta tendencia se puede explicar por varios factores. Por ejemplo, el cortisol, una hormona clave en la regulación del estado de ánimo y la respuesta al estrés, alcanza su concentración más alta durante las primeras horas del día y luego disminuye gradualmente. Este ritmo circadiano influye directamente en nuestro bienestar emocional, otorgando a la mañana un carácter propicio para la productividad y la positividad.
Además, la luz solar matutina juega un papel crucial en la regulación de nuestros ciclos circadianos, aumentando los niveles de serotonina, neurotransmisor asociado con la felicidad y el buen humor. Por otro lado, las horas nocturnas suelen estar asociadas a una menor exposición a la luz solar y a un aumento en la producción de melatonina, hormona que promueve el sueño.
La Noche: Un Período de Mayor Vulnerabilidad Emocional
A medida que avanza la noche, la acumulación de pensamientos negativos y preocupaciones puede generar una sensación de ansiedad e inquietud. El cansancio mental y físico también contribuyen a esta disminución en el bienestar emocional. Es durante este período cuando se experimenta un mayor desgaste cognitivo, acompañado de una reducción en los estímulos ambientales y la luz natural.
Sin embargo, es importante recordar que cada persona tiene su propio ritmo biológico y patrones de sueño. Algunos individuos pueden sentirse más lúcidos por la noche, mientras que otros experimentan su máximo nivel de energía durante el día. La clave está en comprender nuestro propio ciclo circadiano y adaptar nuestra rutina personal para optimizar nuestro bienestar emocional.
Adaptar la Rutina Personal al Ciclo Circadiano
Al reconocer que nuestro bienestar emocional fluctúa a lo largo del día, podemos tomar medidas para gestionar mejor nuestras emociones y promover un mayor equilibrio.
El establecimiento de una rutina diaria consistente puede ser beneficioso para regular nuestros ciclos biológicos. Esto incluye:
- Dormir y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
- Hacer ejercicio físico durante el día, aprovechando las horas de mayor energía.
- Comer comidas nutritivas en horarios regulares para mantener un nivel estable de energía.
- Tomar descansos estratégicos durante el día para evitar el agotamiento mental y físico.
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir el estrés y promover la calma emocional.
Al respetar nuestro ritmo natural y cuidar de nuestra salud física y mental, podemos fortalecer nuestro bienestar emocional y disfrutar de una vida más equilibrada y plena. La clave está en ser conscientes de las fluctuaciones en nuestro estado de ánimo a lo largo del día y adaptar nuestras actividades para maximizar nuestro potencial.
Por otro lado, es importante recordar que existen diversas estrategias para mejorar el bienestar emocional durante diferentes etapas del día. Por ejemplo, la mañana puede ser un momento ideal para realizar actividades que requieren concentración y energía, mientras que la tarde puede ser más propensa a la introspección y al procesamiento emocional.
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