Trombos sanguíneos: prevención y riesgos para la salud cardiovascular y cerebral
Los trombos pueden viajar desde las venas de las piernas al cerebro, causando ictus. Factores de riesgo y prevención destacados.
Los trombos o coágulos sanguíneos pueden ser un peligro para la salud si no se detectan a tiempo. Su formación en el corazón o en las venas de las piernas puede derivar en graves consecuencias, como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (ictus).
Los trombos se generan a partir de la coagulación de la sangre en el sistema circulatorio, como respuesta a una lesión o a una anormalidad en el flujo sanguíneo. Este complejo proceso involucra células sanguíneas llamadas plaquetas y proteínas denominadas factores de coagulación. Una vez formados, los trombos pueden permanecer en su lugar de origen o desprenderse y viajar a través del sistema circulatorio, alcanzando otras partes del cuerpo.
La relación entre la fibrilación auricular y los trombos intracardíacos
Según el doctor Tomás Datino, jefe de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario Quirónsalud, la fibrilación auricular (FA) es la causa más frecuente de trombos intracardíacos. Esta arritmia produce una contracción rápida e irregular de la aurícula, facilitando la formación de trombos en una pequeña cavidad ubicada en la parte superior de la aurícula izquierda del corazón, conocida como "orejuela".
Opciones de prevención y tratamiento
El uso de anticoagulantes, como heparinas, pentasacáridos, anticoagulantes orales e inhibidores directos de la trombina, puede ser necesario para prevenir la formación de trombos. En pacientes que no pueden recibir terapia anticoagulante, una alternativa consiste en implantar un dispositivo que ocluya la orejuela, evitando la formación de coágulos derivados de la fibrilación auricular sin necesidad de anticoagulación.
Trombosis venosa profunda: una fuente adicional de trombos
Además de formarse en el corazón, los trombos pueden generarse en las venas de las piernas, dando lugar a la trombosis venosa profunda. Estos trombos pueden migrar desde la pierna a la aurícula derecha, y en casos específicos, llegar al cerebro a través del foramen oval, un orificio entre las dos aurículas que debería cerrarse al nacer.
Mantener una buena salud cardiovascular es fundamental para prevenir la formación de trombos. Factores como el tabaquismo, la hipertensión arterial, el colesterol alto, la diabetes y el sedentarismo incrementan la posibilidad de generar trombos. Por ello, adoptar un estilo de vida saludable, que incluya dejar de fumar, llevar una alimentación adecuada y realizar actividad física, es crucial para reducir el riesgo de desarrollar trombos y las patologías asociadas a estos.
Impacto de la prevención en personas con factores de riesgo
En particular, las personas hipertensas y/o diabéticas son más propensas a desarrollar trombos. Dejar de fumar y llevar un estilo de vida saludable son medidas preventivas que tienen un impacto significativo en estas personas, reduciendo considerablemente el riesgo de formación de trombos y el desarrollo de patologías cardíacas y cerebrales asociadas.
El cuidado del corazón y la prevención de la formación de trombos son pilares fundamentales para mantener la salud cardiovascular y prevenir potenciales complicaciones, como accidentes cerebrovasculares. Adoptar medidas preventivas, especialmente en personas con factores de riesgo, puede marcar la diferencia en la prevención de trombos sanguíneos.
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