
Valor económico de los cuidados: la importancia del trabajo no remunerado en la economía
Los cuidados no remunerados tienen valor económico, pues son servicios inestables que se prestan dentro del hogar y cuya demanda es constante.

Los cuidados, a menudo invisibles y no remunerados, juegan un papel fundamental en la estructura económica de las sociedades modernas. A pesar de su importancia, la labor de cuidado carece de reconocimiento financiero, lo que dificulta su valoración dentro del sistema económico convencional. La doctora Honoris Causa por parte de la Universidad Autónoma de Madrid, ha destacado la necesidad de cuantificar el valor económico de los cuidados, reconociendo su impacto en la economía global.
La Economía de los Cuidados: Descifrando un Valor Invisible
El hecho de que muchas personas requieran cuidados sin poder pagarlos no implica que estos carezcan de valor económico. Para comprender y valorar estas tareas, es fundamental caracterizarlas y diferenciarlas de otros servicios dentro del mercado. La producción de servicios, a diferencia de los objetos, no es estocable, es decir, no se puede almacenar ni tener un precio fijo. Los cuidados, en este sentido, son prestados por familiares o individuos sin una relación monetaria directa, lo que implica considerar el rol de los hogares en la economía no monetarizada.
Diferencias con Objetos y Necesidad Social
En la economía de los objetos, se produce y almacena un bien físico, mientras que en la economía de los servicios como los cuidados, la producción ocurre en el momento y lugar donde se requiere. La demanda de estos servicios es constante y no tiene límites, ya que siempre existe la posibilidad de mejorar su calidad y adaptarlos a nuevas necesidades sociales. Esta característica hace aún más relevante el reconocimiento del valor económico y la necesidad social que representan los cuidados.
La Inmovilidad del Servicio: Un Desafío para la Valoración
Una característica distintiva de los servicios de cuidado es su inmovilidad, es decir, deben prestarse en el mismo lugar donde se requieren. Esto implica una sincronización entre productor y consumidor que no siempre es fácil de lograr, como sucede con el cuidado de un niño que necesita atención en horarios específicos.
La doctora Durán ha resaltado la importancia de comprender la dinámica de la oferta y demanda en la economía de los cuidados. A diferencia de otros mercados, donde la producción y la demanda se ajustan a través de mecanismos de precios, en la economía de los cuidados la satisfacción de las necesidades sociales puede no estar perfectamente alineada con la disponibilidad de recursos.
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