
La guerra gasta caro: impacto económico de los conflictos en Israel
La guerra en Israel tiene un costo económico elevado, afectando la mano de obra, aumentando los gastos militares y generando incertidumbre en la inversión.

La economía de Israel se encuentra en una encrucijada, socavadas por los costos exorbitantes de un conflicto prolongado en Medio Oriente. Las últimas semanas han sido particularmente difíciles, con ataques aéreos contra Irán y el recrudecimiento de la violencia en Gaza y Líbano. Esta espiral de conflicto no solo genera destrucción y luto, sino que también impone una carga económica significativa al país.
Un golpe al tejido laboral por conflictos en Israel
El llamado a filas de reservistas ha obligado a miles de israelíes a abandonar sus puestos de trabajo, generando vacantes difíciles de cubrir en diversos sectores. La situación se agrava con la cancelación de permisos laborales para palestinos, quienes ahora enfrentan obstáculos aún mayores para cruzar la frontera y contribuir a la economía.
Esta combinación de factores está provocando un desafío sin precedentes para el mercado laboral israelí. A pesar de una tasa de desempleo del 3% en abril, los gastos militares disparados han llevado a un aumento del 65% en el presupuesto de defensa, alcanzando los 40 mil millones de euros en 2024. Esta cifra representa el 8,8% del PIB, convirtiéndola en la segunda mayor inversión militar del mundo después de Ucrania.
El profesor Itai Ater, de la Universidad de Tel Aviv, describe la situación como "demasiado cara" para Israel, señalando que existe una "enorme incertidumbre sobre el futuro". Los costos elevados impactarán en el presupuesto, el PIB, el déficit y la deuda pública, generando un panorama económico complejo.
En los últimos 20 meses, muchos israelíes han pasado cientos de días en servicio de reserva. Otros han sido evacuados de sus hogares en zonas fronterizas y los servicios sociales están sobrecargados. Los recientes ataques iraníes han afectado también a sectores como la manufactura, el comercio, la tecnología y la educación, impidiendo el normal funcionamiento de la economía.
El gobierno israelí ha implementado medidas para solventar los gastos asociados al conflicto. El impuesto al valor agregado (IVA) se elevó del 17% al 18%, y los pagos por salud y las contribuciones al seguro nacional también sufrieron incrementos.
A pesar de los desafíos, el profesor Benjamin Bental, de la Universidad de Haifa, destaca la "sorprendente resistencia" de la economía israelí. En 2024, la economía generó más de 500 mil millones de euros, superando a los años 2022 y 2023, gracias en parte al auge de los sectores de defensa y tecnología de punta.
Compartir noticia