¿Cómo los perros encuentran su camino a casa? La ciencia lo revela

Los perros pueden volver a casa usando la brújula interna para crear mapas aromáticos y su memoria espacial.

La pérdida de un perro puede convertirse en una experiencia angustiante para cualquier familia, generando incertidumbre, temor y culpa durante la búsqueda desesperada por reencontrarlo. Sin embargo, existen razones científicas que alimentan la esperanza: algunos perros pueden volver a casa por sus propios medios gracias a habilidades asombrosas de orientación.

Los perros pueden volver a casa

Más allá del impacto emocional, perder un perro tiene consecuencias prácticas significativas. Se trata no solo de extraviar una mascota, sino también de sufrir la ausencia de un integrante esencial del hogar. Según la Society For Psychotherapy, el vínculo entre humanos y perros es tan cercano que su desaparición provoca un cuadro traumático comparable a una pérdida familiar. Además, el animal queda expuesto a riesgos como accidentes, deshidratación o enfrentamientos con otros animales.

Comprender por qué un perro puede alejarse ayuda a prevenir estas situaciones. Algunos lo hacen por su instinto explorador, especialmente si son jóvenes o no están castrados. Otros huyen por miedo ante ruidos intensos como fuegos artificiales o tormentas. También puede atraerlos un olor o un estímulo y perder la noción de la distancia recorrida. En contextos de mudanza o cambios en su entorno habitual, es común que se desorienten y no logren regresar.

Una vez fuera de su espacio seguro, el perro activa sus reflejos de supervivencia. Busca refugio, agua y comida, evitando zonas con mucho movimiento. Sin embargo, a pesar de estas adversidades, conserva recursos que le permiten orientarse, como el recuerdo de rutas familiares, sonidos conocidos o rastros olfativos. Estas habilidades, lejos de ser casuales, tienen bases científicas que explican cómo algunos perros logran volver a casa por sus propios medios.

La Brújula Interna: Magnetorrecepción Canina

Una de las capacidades más sorprendentes es la magnetorrecepción. Investigadores de la Universidad Checa de Ciencias de la Vida, en Praga, descubrieron que los perros perciben el campo magnético terrestre. Esta habilidad funciona como una brújula interna. El estudio observó que los perros realizan una caminata recta antes de tomar dirección, como si ajustaran su orientación. Esta conducta, también presente en aves y tortugas marinas, les permite establecer un eje de regreso a zonas conocidas.

El Poder del Olfato: Un Mapa Aromático

A esta brújula interna se suma otra herramienta poderosa: el olfato. Los perros cuentan con entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, frente a los cinco millones de los humanos. Esto les permite detectar olores en concentraciones mínimas. Según los expertos, los perros crean mapas aromáticos a partir de señales olfativas, lo que les permite identificar caminos recorridos o rastros familiares aún días después de haber sido marcados.

Memoria Espacial y Reconocimiento del Entorno

Además del olfato y la sensibilidad magnética, los perros utilizan su memoria espacial para orientarse. Estudios de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría muestran que los perros pueden formar representaciones mentales del entorno. Recuerdan caminos, estructuras, colores y sonidos que les resultan familiares. Esta capacidad les permite ubicar zonas que ya conocen y elegir rutas con mayor precisión, incluso cuando el olfato no basta.

Prevención ante la Pérdida de un Perro

A pesar de estas habilidades impresionantes, confiar únicamente en que un perro podrá volver por sí solo puede ser un riesgo, ya que la mayoría no logran regresar sin ayuda. Por eso, los tutores cumplen un rol esencial: evitar que la pérdida ocurra y actuar de forma preventiva.

Para prevenir la pérdida de un perro se recomienda:

  • Colocarle un collar con chapita que tenga su nombre y un número de contacto actualizado.
  • Implantarle un microchip y verificar que los datos estén cargados correctamente.
  • Revisar el perímetro del hogar para asegurar que no haya huecos ni portones abiertos.
  • Enseñarle comandos como “ven”, “quieto” o “a casa” que puedan ayudar en momentos clave.
  • Evitar dejarlo solo en espacios abiertos durante tormentas o fuegos artificiales.
  • Pasearlo con correa en calles con tránsito o distracciones.
  • Mantenerlo estimulado con juegos, caminatas y ejercicios mentales.
  • Supervisarlo en situaciones nuevas, como mudanzas, visitas o trabajos en casa.

Estas medidas precautorias, combinadas con el entendimiento de las habilidades innatas de orientación de los perros, pueden ayudar a mantener seguros a nuestros compañeros caninos y a disfrutar de una relación más armoniosa y confiable.

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