
Desmantelamiento de órganos autónomos en México
La extinción de organismos autónomos afecta la transparencia, la confianza de inversionistas y el presupuesto, priorizando caprichos sobre la rendición de cuentas.

En los últimos días, se ha intensificado el debate en torno a las decisiones del gobierno en materia de organismos autónomos. La reciente aprobación de la extinción de varios de estos organismos ha desatado una serie de reacciones y análisis sobre el impacto de esta medida en la transparencia y rendición de cuentas en México.
La extinción de los organismos autónomos representa una decisión trascendental en el panorama institucional del país. Esta medida, impulsada por el gobierno actual, ha generado opiniones encontradas en diversos sectores de la sociedad, así como en el ámbito político y empresarial.
Impacto en la transparencia
La desaparición de los organismos autónomos, en particular el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), ha generado preocupación significativa en relación con la transparencia y rendición de cuentas del gobierno.
Presupuesto asignado a los organismos autónomos
Los 5 organismos autónomos que han sido objeto de extinción contaban con un presupuesto conjunto de 5,042 millones de pesos, cifra que representaba solo el 0.055% del gasto total de la administración pública aprobado para el año 2024. Estos recursos estaban destinados a garantizar la función de vigilancia, regulación y protección de derechos fundamentales en diversas áreas, incluyendo la transparencia, la competencia económica y la protección de datos personales.
Al contrastar el presupuesto de los órganos autónomos extintos con el de otras dependencias gubernamentales, se observa que la Secretaría de la Defensa, por ejemplo, recibirá recursos por 151,995 millones de pesos, lo que equivale a 5 veces más que el presupuesto total de los órganos autónomos extintos durante todo el sexenio.
En este sentido, la extinción de los organismos autónomos puede interpretarse como un retroceso en los estándares de transparencia y rendición de cuentas que se habían consolidado en años anteriores. La confianza en las instituciones es un pilar fundamental para el fortalecimiento de la democracia y el desarrollo económico del país. La falta de organismos autónomos con la capacidad de ejercer una vigilancia imparcial y independiente puede generar un clima de desconfianza tanto a nivel nacional como internacional.
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