Economía rusa bajo presión por prolongación de la guerra y sanciones Occidente

La economía rusa enfrenta una presión creciente debido a la prolongación de su invasión a Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente, las cuales están erosionando la capacidad del presidente Vladímir Putin para sostener el conflicto, según advirtió un economista europeo de alto nivel.

Torbjörn Becker, director del Instituto de Economía de Transición de Estocolmo, expuso que en caso de una victoria rusa, los gobiernos de la Unión Europea podrían verse obligados a aumentar sus gastos en defensa entre dos y tres veces su gasto actual durante varios años. "El sistema financiero (de Rusia), su desempeño macroeconómico, están bajo presión. No están equilibrados. Los riesgos se acumulan. Pero esto no significa que podamos sentarnos y relajarnos", declaró Becker a periodistas en las oficinas generales de la Unión Europea en Bruselas.

Situación económica rusa: una narrativa contrastante

Becker brindó información a los ministros de economía del bloque con el objetivo de presentar un panorama preciso sobre la "condición real de la economía rusa, que contrasta de manera importante con la narrativa promovida por la propaganda rusa", señaló la presidencia en la Unión Europea, actualmente ocupada por Polonia. Esta presentación busca ayudar a “dar forma de mejor manera a sanciones punitivas financieras y económicas contra Rusia".

A pesar de representar solo alrededor del 12% del PIB del mayor bloque comercial mundial, la economía rusa depende en gran medida de las ganancias obtenidas del petróleo y el gas natural, así como de las importaciones de equipos de alta tecnología para sostener su esfuerzo bélico. A pesar de las expectativas adversas, la economía rusa ha superado pronósticos. El alto gasto en defensa ha impulsado el crecimiento y mantenido la tasa de desempleo baja, mientras que los salarios han aumentado para mantenerse al día con la inflación, mejorando la situación económica de muchos trabajadores.

Nuevas sanciones y presión financiera

Para intensificar la presión sobre su economía, los enviados de la Unión Europea han elaborado un nuevo conjunto de sanciones dirigido a más barcos de la flota fantasma rusa utilizada para evadir el límite de precio de 60 dólares por barril impuesto al petróleo ruso por las democracias del Grupo de los 7. Estas sanciones también podrían congelar los activos del consorcio del gasoducto Nord Stream II, aunque actualmente no esté en uso, se cree que esta acción podría desalentar futuras inversiones.

Las nuevas sanciones podrían entrar en vigor tan pronto como el jueves. "Si podemos reducir los precios del petróleo e imponer sanciones más severas a las importaciones de Rusia, sería excelente", señaló Becker. También instó al presidente estadounidense Donald Trump a presionar a China e India sobre sus compras y exportaciones a Rusia.

Rusia ha encontrado nuevos mercados para su petróleo en India y China tras la prohibición casi total impuesta por la Unión Europea, y continúa obteniendo una parte importante de las ganancias del gobierno a través de las exportaciones de petróleo y gas. Becker también pidió a Trump que atacara el sistema financiero ruso mediante la restricción de las transacciones internacionales. "Si algo arruina rápidamente una economía, es una crisis bancaria", afirmó.

El agotamiento del fondo soberano

En un informe reciente, su instituto señaló que los ingresos petroleros de Rusia se redujeron drásticamente a principios de 2025 debido, en gran parte, a las sanciones de la Unión Europea y del grupo de los 7 contra la flota fantasma. Esta situación ha obligado a Rusia a realizar retiros de su fondo soberano, cuyo valor líquido ahora equivale a menos del 3% del producto interno bruto.

“Si los precios del petróleo se mantienen en su nivel actual, ciertamente agotarán esos fondos en un año”, afirmó Becker. Este escenario evidencia la creciente presión sobre la economía rusa y la necesidad de un enfoque estratégico por parte de la Unión Europea para mitigar el impacto de la guerra en la región.

La situación financiera en Rusia se encuentra bajo una enorme tensión debido a las sanciones internacionales, lo que pone en peligro la sostenibilidad a largo plazo del gobierno ruso. La creciente presión económica podría tener consecuencias desestabilizadoras tanto dentro como fuera de Rusia, por lo que es crucial que la comunidad internacional mantenga un enfoque coordinado para abordar este desafío complejo.