
Enfrentamientos y bloqueos en Culiacán tras detención de hijo de El Chapo y Ovidio Guzmán
En Culiacán, Sinaloa, enfrentamientos entre criminales y Ejército provocan caos, bloqueos y posible captura de líderes del crimen organizado.

El pasado jueves se vivió una inquietante jornada en Culiacán, Sinaloa, marcada por un violento enfrentamiento entre supuestos miembros del crimen organizado y las fuerzas armadas de México. El caos se desató con bloqueos, incendios de vehículos y persecuciones, desatando el pánico en la población civil.
Eventos previos al enfrentamiento
Todo comenzó cuando elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hicieron presencia en el poblado de Paredones, ubicado en la sindicatura de Jesús María, al norte de Culiacán. Este mismo lugar había sido escenario de la detención de Ovidio Guzmán López, conocido como 'El Ratón', en enero de 2023; presencia militar que desencadenó una serie de hechos violentos.
Actos de sabotaje y fuego en diferentes puntos de la ciudad
Los informes iniciales dan cuenta de una serie de actos de sabotaje que incluyeron narcobloqueos con quema de vehículos en los extremos norte y sur de Culiacán, así como la colocación de poncha llantas en diversos puntos estratégicos de la ciudad. Estas acciones no solo causaron severas afectaciones en la vialidad, sino que también generaron un clima de terror entre los habitantes.
Las escenas de caos se multiplicaron cuando se reportó el enfrentamiento entre civiles armados y tropas federales en la zona de Jesús María. Durante la confrontación, un vehículo militar volcó, lo que evidenció la intensidad de la confrontación. Además, otros medios locales informaron sobre la quema de autobuses y camionetas de reparto por parte de los presuntos delincuentes, mientras que elementos de la Sedena se vieron obligados a repeler las agresiones.
La presencia de artefactos artesanales 'ponchallantas' en diversas zonas de la ciudad añadió un obstáculo más a la ya complicada circulación vehicular. Estas acciones de desestabilización no solo causaron congestiones en las calles, sino que también generaron un impacto psicológico en la población civil, quien se vio forzada a refugiarse en sus hogares mientras la violencia se desataba en las calles.
Conexiones con casos previos y detenciones
Estos trágicos eventos coinciden con un comunicado emitido por la Fiscalía General de la República (FGR), en el cual se vincula a Ovidio Guzmán con la detención de Ismael 'El Mayo' Zambada, ocurrida un mes atrás. Esta conexión entre personajes relevantes del crimen organizado sienta un escenario propicio para la especulación sobre posibles reacciones violentas como las que se presenciaron en la jornada del jueves.
Simultáneamente a los hechos de crueldad en Culiacán, se reportó la ominosa presencia de un “juez” que, en un componente de miedo y opresión, dictó un inminente castigo a las víctimas de una emboscada de la que no pudieron escapar. Estos sucesos lamentables apuntan a la visceral naturaleza de un conflicto que, lejos de ceder, parece expandirse en diversas direcciones.
Impacto en la población y respuesta militar
La confrontación entre elementos del crimen organizado y las fuerzas del orden no solo expone la fragilidad de la seguridad en la región, sino que también deja una huella de angustia y desasosiego en la población civil. Personas inocentes, ajenas a disputas delictivas, se vieron obligadas a enfrentarse a un panorama de inseguridad y caos, asumiendo un papel de espectadores forzosos en un conflicto que no les competía.
Ante la magnitud de los disturbios, las fuerzas militares tuvieron que reaccionar con determinación, implementando estrategias para restaurar el orden en la zona afectada. La situación demanda una pronta intervención por parte de las autoridades competentes, no solo para contener la violencia, sino también para brindar protección y tranquilidad a la ciudadanía, que en ocasiones como estas se convierte en víctima colateral de un enfrentamiento que tiene sus raíces en un contexto de criminalidad organizada.
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