En una reciente reunión en el Palacio Nacional, se produjo un hecho que ha generado polémica entre los políticos. Durante el encuentro, el vocero de la fracción parlamentaria de Morena, César Cravioto, entregó dos tarjetas a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. Según testigos, una de las tarjetas contenía una lista de senadores que se consideran desleales al movimiento de transformación, mientras que la otra hacía referencia a los nombramientos pendientes en el Senado que fueron detenidos por Ricardo Monreal. La secretaria Alcalde, de manera reservada, recibió las tarjetas y se presume que las llevó al presidente López Obrador para su conocimiento.
Este suceso ha provocado un ambiente de tensión en el Senado, con rumores de una posible purga y disolución del poder que ejerció Monreal en la institución. Algunos parlamentarios consideran que es hora de cobrar cuentas y que Monreal pagará por haber ocupado estratégicamente posiciones en el Senado en beneficio propio. Asimismo, se han señalado otros casos problemáticos en la gestión de Monreal, como la designación de Andrés Lozano en la Contraloría, quien estuvo involucrado en una tragedia que dejó 13 muertos.
El futuro de Monreal y sus aliados en el Senado es incierto, ya que los nuevos líderes políticos están analizando posibles cambios en la estructura y tomando medidas para evitar situaciones problemáticas como las ocurridas en el pasado. Sin embargo, aún queda por ver si Monreal encontrará un refugio seguro en su nuevo puesto en la campaña de Sheinbaum. La situación continúa siendo objeto de atención y podría generar más tensiones en el ámbito político.
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