Indígenas de las comunidades tzeltales y tojolabales se pronunciaron en el municipio de Altamirano, en Chiapas, para denunciar la falta de respuesta por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ante la ola de violencia que se vive en la región. Durante la manifestación, se resaltó el incendio de varias viviendas y vehículos perpetrado por grupos armados, los cuales han generado temor y caos en la comunidad.
Uno de los habitantes de Altamirano lamentó que dichos actos hayan sido realizados por el grupo de autodefensa "14 de agosto", que se encuentra oculto en la zona y ha sido responsable de robos y saqueos en las viviendas. Además, se destacó la provocación de incendiar casas como una forma de mantener a la población atemorizada.
Los manifestantes, conformados por aproximadamente 500 personas, exigieron la destitución del Consejo Municipal, el cese de la violencia generada por los grupos armados y una mesa de diálogo con el gobierno estatal para abordar la problemática. Asimismo, se enfatizó el deslinde por parte de los 109 ejidatarios y 11 barrios de las quemas y la retención de personas, acciones que han llevado a un aumento en las medidas de seguridad en la zona.
Además de esto, se informó que se suspendieron las clases y se acordó no reactivar el servicio de transporte debido al temor a posibles represalias. Solo se permite el paso de ambulancias y atención médica.
La situación en Chiapas ha generado preocupación debido a la violencia perpetrada por grupos armados civiles y el narcotráfico. Las demandas de los pueblos indígenas mayas tzotziles, tzeltales, lacandones, mam y cachiquel han sido ignoradas por las autoridades, lo que ha exacerbado la violencia en la región. Las investigaciones sobre los incendios y los actos violentos aún están en curso.
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