
General asegura que inseguridad en Sinaloa depende de 'Chapitos' y 'Mayitos', no del Ejército
La inseguridad en Sinaloa depende de conflictos entre grupos delictivos, a pesar de los esfuerzos del Ejército por evitarlo.

El General de División y Comandante de la Tercera Región Militar en Sinaloa, Jesús Leana Ojeda, enfatizó que la inseguridad en el estado no está bajo su control, sino en manos de los líderes criminales conocidos como 'Chapitos' y 'Mayitos'. "No depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos que cesen su confrontación entre ellos y permitan que la población viva en paz", expresó durante una conferencia de prensa. Leana Ojeda agregó que el Ejército tiene la función de prevenir enfrentamientos que resulten en la pérdida de vidas.
El Contexto de la Inseguridad
La inseguridad en Sinaloa ha sido un tema recurrente en las últimas semanas, con un aumento alarmante en los índices de violencia. En un lapso de una semana, se han reportado enfrentamientos, muertos y levantones, generando una creciente preocupación en la población. Hasta el hasta el 13 de septiembre, se contabilizaban 15 muertos, 20 personas privadas de la libertad y 31 vehículos robados. Esta situación ha suscitado la atención tanto a nivel local como nacional, planteando interrogantes sobre la capacidad de las autoridades para restaurar el orden y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Las Consecuencias de la Rivalidad Criminal
La guerra entre los 'Chapitos', descendientes de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, y la facción de 'El Mayo' Zambada ha escalado en gravedad desde la detención de este último el 25 de julio en el aeropuerto de Nuevo México, Estados Unidos. Este conflicto ha resultado en 33 personas muertas hasta el 15 de septiembre, generando un clima de inseguridad y temor en la región. La influencia de estos líderes criminales en las operaciones del cártel de Sinaloa ha desencadenado una serie de agresiones y confrontaciones que afectan profundamente a la comunidad.
La situación en Sinaloa requiere una atención urgente y multidimensional por parte de las autoridades civiles y militares, así como un enfoque integral para abordar las causas subyacentes de la violencia y promover alternativas viables para los jóvenes en riesgo. La comunidad, a su vez, demanda un compromiso tangible por parte de las autoridades para garantizar su seguridad y bienestar.
Compartir noticia