La ciencia detrás del hipo: perspectiva de la UNAM sobre este fenómeno corporal

El hipo: fenómeno corporal complejo, desencadenado por diversos factores, como estrés o problemas torácicos. 

El hipo, esa reacción corporal inesperada que puede sorprendernos en cualquier momento, ha sido objeto de numerosos remedios caseros y consejos populares a lo largo del tiempo. Sin embargo, ¿qué nos dice la ciencia al respecto? La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ofrece una nueva perspectiva reveladora sobre este tema.

El hipo desde el punto de vista científico

De acuerdo con la UNAM, el hipo es una compleja respuesta corporal que implica la contracción de los músculos respiratorios, en particular el diafragma, lo que resulta en un cierre momentáneo de la vía aérea superior y el característico sonido de "jic". El doctor Daniel Pahua Díaz, académico de Salud Pública en la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que aunque su finalidad específica aún es desconocida, se han identificado alrededor de 100 factores desencadenantes, incluyendo aquellos relacionados con el sistema gastrointestinal y problemas torácicos.

“Aunque se desconoce su finalidad específica, se han identificado aproximadamente 100 factores desencadenantes, entre los que destacan los relacionados con el sistema gastrointestinal y algunos problemas torácicos,” - Doctor Daniel Pahua Díaz, académico de Salud Pública en la Facultad de Medicina de la UNAM.

Relación con condiciones emocionales

La UNAM también establece una asociación entre el hipo y condiciones emocionales como la depresión, la ansiedad y el estrés. Esto sugiere que situaciones de tensión pueden desencadenar episodios de hipo, aunque la naturaleza precisa de esta relación aún está siendo investigada.

¿Cuáles son los tipos de hipo?

Según la UNAM, existen tres tipos de hipo: aislado, agudo y crónico. El hipo aislado ocurre ocasionalmente y desaparece por sí solo, mientras que el hipo agudo dura menos de 48 horas. El hipo crónico, en cambio, puede prolongarse durante días, semanas o incluso meses. Aunque generalmente no se considera grave, puede resultar molesto y se recomienda una evaluación médica para descartar posibles problemas subyacentes.

Recomendaciones para controlar el hipo

Para controlar o disminuir el hipo aislado o agudo, la UNAM sugiere una serie de prácticas simples. Estas incluyen beber un poco de agua fría, hacer gárgaras con ella, contener la respiración, respirar en una bolsa de papel o practicar la maniobra de Valsalva, que consiste en inspirar profundamente y luego espirar con fuerza, manteniendo la glotis cerrada durante 10 segundos.

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