
Lavar las latas antes de abrirlas: ¡prevén enfermedades alimentarias!
Lavar las latas antes de abrirlas es esencial para prevenir bacterias y contaminantes que pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos.

A pesar de parecer un acto sencillo, abrir una lata de refresco, atún o cualquier alimento en conserva conlleva riesgos potenciales que se deben considerar. Estudios e instituciones de salud han alertado sobre la importancia del lavado de latas antes de su apertura, ya que estas pueden albergar bacterias, suciedad y residuos químicos que podrían contaminar el contenido al momento de abrirlas.
La amenaza invisible en las superficies de las latas
La superficie de las latas, especialmente aquellas almacenadas por largos períodos o manipuladas en cadenas de producción, transporte o anaqueles, puede contener microorganismos peligrosos como salmonella, listeria y E. coli, agentes que pueden causar daños a la salud. De acuerdo con investigaciones publicadas en el Journal of Environmental Health, al abrir una lata con anilla, la presión o el contacto directo de la tapa con el contenido pueden arrastrar estas partículas externas hacia el interior del envase.
Medidas preventivas para garantizar la seguridad alimentaria
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha recomendado explícitamente limpiar o lavar las latas antes de su consumo, especialmente cuando el alimento se consumirá directamente, como en bebidas, frutas en almíbar o productos como leche evaporada. La razón principal es prevenir enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs), que pueden afectar desde el sistema digestivo hasta provocar intoxicaciones graves.
Además de microorganismos, las latas pueden acumular residuos industriales, óxido, excrementos de roedores, polvo y productos químicos derivados de su fabricación y almacenamiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha señalado que, aunque los alimentos enlatados están protegidos por sellos herméticos, el contacto con superficies contaminadas antes de la apertura sigue siendo un punto crítico de riesgo que suele ser subestimado por los consumidores. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Clemson encontró que más del 60% de las latas analizadas presentaban bacterias en la parte superior, y en varios casos, estos microorganismos pudieron transferirse al contenido cuando las latas fueron abiertas sin limpiar.
Recomendaciones para el lavado adecuado de las latas
La forma más eficaz de evitar estos riesgos es enjuagar las latas con agua limpia y, de ser posible, con jabón, especialmente si tienen restos visibles de suciedad. En el caso de bebidas enlatadas, donde es común beber directamente del envase, también se recomienda pasar una toalla húmeda o una servilleta limpia con alcohol o desinfectante apto para alimentos, si no se dispone de agua corriente.
Este hábito de higiene cobra aún más relevancia en climas cálidos o húmedos, donde la proliferación bacteriana es mayor. También en hogares con niños, personas mayores o personas inmunocomprometidas, cuya salud puede verse más afectada por una posible contaminación. En conclusión, lavar o limpiar las latas antes de abrirlas no solo es una medida preventiva general, sino una práctica respaldada por evidencia científica. Este pequeño gesto puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades alimentarias y asegurar que el consumo de productos enlatados sea seguro para toda la familia.
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