Fallece Michaela DePrince, la bailarina que rompió barreras y inspiró al mundo

En el fascinante mundo del ballet, existen historias que trascienden el escenario y nos enseñan sobre resiliencia, superación y el poder de los sueños. Una de estas historias es la de Michaela DePrince, una talentosa bailarina que desafió las adversidades desde su infancia en Sierra Leona hasta convertirse en una figura reconocida internacionalmente en el ámbito del ballet.

La infancia de Michaela DePrince

Michaela Mabinty DePrince nació en 1995 en Kenema, Sierra Leona, un país marcado por conflictos bélicos y adversidades sociales. A la edad de tres años, Michaela quedó huérfana debido a la guerra civil que azotó su país. En lugar de rendirse ante las difíciles circunstancias, Michaela mostró una asombrosa capacidad de resiliencia desde una edad temprana.

En el orfanato donde pasó su niñez, Michaela enfrentó dificultades inimaginables. La falta de atención individualizada y el trato frío la marcaron profundamente. En una entrevista para la BBC, recordó cómo las encargadas la llamaban "27", refiriéndose a ella como la menos querida entre los 27 niños y niñas que vivían en el orfanato. Sin embargo, fue durante su tiempo en el orfanato que algo extraordinario sucedió. Un giro inesperado en su vida llegó cuando, a través de una revista, descubrió la fotografía de una bailarina de ballet. Fue en ese momento que Michaela reconoció su destino: ella quería ser bailarina

La llegada a Estados Unidos y el apoyo incondicional

A los cuatro años, Michaela fue adoptada por una familia en Nueva Jersey, donde su sueño de convertirse en bailarina encontró un apoyo incondicional. A pesar de las dificultades y estereotipos que enfrentaría, su nueva familia la alentó en cada paso de su carrera. Su madre, en particular, apoyó su pasión por el ballet y la acompañó a numerosas representaciones, nunca permitiendo que las palabras despectivas la desanimaran. A pesar de que le dijeron que "el mundo no estaba preparado para bailarinas negras", Michaela se mantuvo firme en su objetivo y continuó desafiando las expectativas establecidas.

La perseverancia y el arduo trabajo de Michaela pronto dieron frutos. Se convirtió en la bailarina principal más joven en el prestigioso Dance Theatre of Harlem, marcando un hito en su carrera. Posteriormente, su talento la llevó al Ballet Nacional en Países Bajos y, más tarde, al Boston Ballet en Estados Unidos. Su dedicación y habilidades excepcionales le valieron reconocimiento internacional, convirtiéndola en una figura destacada en el mundo del ballet.

Un giro inesperado en la carrera de Michaela DePrince

Además de su notable trayectoria en el ballet, Michaela DePrince se destacó por su participación en videos musicales de la renombrada cantante Beyoncé, llevándola a nuevas alturas en su carrera. La propia Beyoncé describió a Michaela como "de otro planeta", reconociendo su talento y singularidad. Este reconocimiento la catapultó a una fama aún mayor, consolidando su lugar como una bailarina excepcional.

Sin embargo, la historia de Michaela no se limita a su éxito en el escenario. A través de sus tres libros -Taking Flight: From War Orphan to Star Ballerina, Ballet Dreams y Hope in a Ballet Shoe- Michaela compartió su viaje de vida, testimonios y lecciones de fuerza y esperanza. Su capacidad para superar la adversidad y alcanzar sus sueños se convirtió en una fuente de inspiración para millones de personas en todo el mundo. Además, Michaela no solo utilizó su plataforma para contar su historia, sino que también se convirtió en una activa defensora de los derechos de los niños y niñas afectados por la guerra. En su papel como embajadora de War Child Holland, trabajó incansablemente para ayudar a niños y niñas víctimas de conflictos bélicos en diferentes partes del mundo. Asimismo, promovió el evento "Dare to Dream", enfocado en el bienestar y la salud mental de los niños que han padecido las secuelas de la guerra.