Un pesebre navideño en Italia desata la polémica al representar a dos madres junto al niño Jesús, generando la indignación de conservadores y líderes políticos. La representación, realizada en la iglesia de los Santos Pedro y Pablo, busca reflejar la diversidad familiar en la actualidad, provocando reacciones divididas en la sociedad. Mientras el padre Vitaliano Della Sala defiende la inclusión, políticos como el senador Maurizio Gasparri y grupos como Pro-Vita & Famiglia la consideran "peligrosa, vergonzosa y blasfema", y contradice las enseñanzas de la Iglesia. La petición en línea de Pro-Vita para intervenir ha recibido más de 21,000 firmas, evidenciando el fuerte debate en torno a este tema. Sin embargo, el padre Della Sala argumenta que su intención es reflejar la diversidad de las familias en la sociedad actual, en línea con las posturas de apertura del papa Francisco hacia la comunidad LGTB. La representación del pesebre despierta un intenso debate en Italia, reflejando las tensiones culturales y religiosas en un país que ha experimentado cambios significativos en su composición social y cultural en las últimas décadas.
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