Sandía: ¿Refrescante y nutritiva o mito nocturno?

La sandía, rica en agua y antioxidantes como el licopeno, es una fruta refrescante que se cultiva ampliamente a pesar de su origen africano. 

La sandía, esa enorme esfera verde con una pulpa roja, dulce y suave llena de semillas, es una fruta favorita del verano que deleita a muchos con su sabor refrescante. Si bien algunos prefieren otras frutas como el mango, la mandarina o la fresa, la sandía tiene un lugar especial en los corazones de muchos por su versatilidad y propiedades nutricionales.

Propiedades nutritivas de la sandía

Conocida por su alto contenido de agua, la sandía aporta hasta 94 gramos de agua por cada 100 gramos de fruta. Esta característica le otorga un bajo valor energético, convirtiéndola en una opción ideal para quienes buscan reducir su consumo de calorías. Además, la sandía es rica en vitaminas con propiedades antioxidantes, como las vitaminas B, C y A. También contiene otros compuestos bioactivos, como los carotenoides, que también poseen efectos antioxidantes.

El licopeno, un antioxidante con beneficios para el corazón

Uno de los aspectos más interesantes de la sandía es su contenido de licopeno, un antioxidante que le da su característico color rojo y tiene efectos cardioprotectores. El licopeno ha sido asociado con una reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, lo que convierte a la sandía en una fruta no solo deliciosa sino también saludable para el corazón.

Origen y cultivo de la sandía

A pesar de su popularidad actual, el origen de la sandía se remonta a África, específicamente al desierto de Kalahari. Hoy en día, la sandía se cultiva ampliamente en diferentes partes del mundo, convirtiéndose en una fruta nacional en países como México.

¿Comer sandía por la noche? Desmitificando el mito

Existe un mito común que afirma que comer sandía durante la noche puede provocar indigestión o "caer pesado". Sin embargo, según estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México, no hay evidencia científica que respalde esta afirmación. De hecho, debido a su alto contenido de agua, la sandía ayuda al cuerpo a eliminar sales y toxinas, lo que podría beneficiar la digestión.

Si bien comer sandía por la noche no es perjudicial, algunas personas pueden experimentar malestar digestivo si consumen una cantidad excesiva antes de acostarse. Se recomienda controlar el consumo de calorías y mantener un estilo de vida saludable para evitar cualquier problema relacionado con la digestión. La sandía es una fruta deliciosa y nutritiva que puede disfrutarse en diferentes momentos del día, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones para su consumo.

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