
Trump autoriza operaciones policiales para arrestar inmigrantes ilegales en lugares considerados sensibles
Donald Trump permite a las fuerzas del orden arrestar inmigrantes ilegales en lugares sensibles, como escuelas, iglesias y hospitales, generando preocupación en comunidades migrantes.

En una decisión que ha generado controversia, el presidente de Estados Unidos ha autorizado a las fuerzas del orden federal a llevar a cabo operativos de arresto en lugares considerados sensibles, tales como iglesias, hospitales y colegios. Esta medida, anunciada recientemente, marca un cambio significativo en la política de inmigración del país.
Declaraciones del Departamento de Seguridad Nacional
El Departamento de Seguridad Nacional, bajo la dirección del secretario interino Benjamine Huffman, afirmó que "los delincuentes ya no podrán esconderse en escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados". Además, enfatizó que la administración no impondrá restricciones a las fuerzas del orden, instándolas a utilizar el sentido común en la ejecución de sus labores.
Objetivos de la nueva política
La principal finalidad de esta nueva directiva es "atrapar a criminales extranjeros, incluyendo asesinos y violadores, que hayan entrado ilegalmente" en el país. Esta estrategia busca fortalecer la seguridad nacional y combatir el crimen relacionado con la inmigración ilegal.
Cambios en los programas humanitarios
Además de los operativos de arresto, la administración ha anunciado la eliminación gradual de los programas que permitían la entrada de migrantes de Venezuela, Nicaragua, Cuba o Haití en Estados Unidos "por cuestiones humanitarias". Aunque no se han proporcionado detalles específicos, se ha señalado que se evaluará cada caso de manera individual.
Consecuencias en la comunidad migrante
Esta nueva política ha generado preocupación en las comunidades migrantes, quienes temen que los operativos de arresto puedan tener un impacto negativo en su vida cotidiana. Se ha expresado el temor de que estas acciones puedan disuadir a los niños de asistir a la escuela, así como afectar a personas indocumentadas en eventos como bodas, funerales o manifestaciones proinmigración.
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