Cártel del Golfo extorsiona a importadores en la frontera México-EEUU con crecientes cuotas

El Cártel del Golfo extorsiona importadores en la frontera entre México y Estados Unidos, imponiendo cuotas en diversas mercancías, lo que genera ganancias considerables para el grupo delictivo.

En la frontera entre México y Estados Unidos, el Cártel del Golfo ha ampliado su repercusión más allá del tráfico de drogas, sumergiéndose en un entramado de extorsiones y cobros ilegales que afecta a importadores y comerciantes en la región. Esta organización criminal, conocida por su larga trayectoria en actividades delictivas, ha diversificado sus fuentes de ingresos al involucrarse en el cobro de cuotas a importadores que intentan ingresar mercancías desde Estados Unidos a territorio mexicano, especialmente en el estado de Tamaulipas.

Según el periodista Ioan Grillo, el Cártel del Golfo ha establecido un control absoluto en ciudades clave de la frontera, como Matamoros, Río Bravo, Reynosa, Camargo y Miguel Alemán, donde los productos y los importadores son sometidos a su poder antes de cruzar la frontera. Dicho control se ejerce no solo a través de la dominación territorial, sino también mediante la corrupción de funcionarios encargados de la supervisión aduanera, lo que facilita el cobro de estas cuotas, convirtiendo la importación legal en un proceso plagado de ilegalidad.

Cobros Desmesurados

Un comerciante de petróleo de Houston, entrevistado por Grillo, reveló cómo la tarifa cobrada por el Cártel del Golfo a los camiones cisterna ha crecido de manera exorbitante, pasando de 300 dólares a 1,200 dólares por unidad, lo que equivale a más de 24 mil pesos mexicanos. Este aumento revela la desmesurada extorsión a la que están sometidos los transportistas que buscan llevar mercancías a México.

El alcance del cobro de cuotas no se limita a los camiones cisterna, sino que se extiende a una amplia variedad de productos. De acuerdo con una lista publicada por el periódico Reforma, los importadores también deben pagar cuotas por el ingreso de cajas de cosméticos, accesorios para celulares, bolsas de papel, bisutería, computadoras, impresoras e incluso colchones usados. Las tarifas por estos productos fluctúan entre 200 y 1,000 dólares, mientras que otros no tienen un precio fijado, lo que evidencia la arbitrariedad y el poder casi omnímodo que ejerce el cártel sobre el comercio en la frontera.

Presencia en Diversas Entidades

El Cártel del Golfo, a pesar de ser uno de los grupos criminales más antiguos de México, sigue manteniendo una presencia activa en varios estados del norte del país. Su principal base de operaciones se encuentra en el estado de Tamaulipas, especialmente en las ciudades de Matamoros, Reynosa y Miguel Alemán.

Sin embargo, el alcance del cártel no se limita a Tamaulipas, ya que ha logrado extender su influencia a otros estados como Nuevo León, Veracruz, San Luis Potosí, Coahuila, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo. A pesar de esta dispersión geográfica, su dominio no es absoluto, dado que enfrenta la competencia de otros grupos rivales, lo que ha llevado a una fragmentación en su control territorial.

La situación en la frontera entre México y Estados Unidos, marcada por el accionar del Cártel del Golfo, plantea serios desafíos tanto para las autoridades locales como para los comerciantes e importadores que buscan operar de manera legal en la región.

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