Prisca Awiti gana medalla de Plata en Juegos Olímpicos
Prisca Awiti logra la primera medalla olímpica en judo para México, sorprendiendo a todos.
En medio del fervor deportivo, Prisca Awiti se ha convertido en la figura que ha puesto al judo en boca de todos. Su reciente hazaña en los Juegos Olímpicos ha desatado un torbellino de emociones y ha colocado a México en el mapa de esta disciplina milenaria. Pero, ¿quién es realmente Prisca Awiti? ¿Qué la motivó a incursionar en un deporte que, si bien es de gran tradición, no gozaba de tanta popularidad en el país?
Plata para Prisca Awiti
Prisca Awiti ganó medalla de plata en estos Juegos Olímpicos de 2024 luego de competir con Andreja Leski, de Eslovenia.
Su participación en la justa olímpica no fue fruto de la casualidad, sino el resultado de años de dedicación, esfuerzo y sacrificio. Nacida el 20 de febrero de 1996 en Londres, Inglaterra, Prisca demostró desde temprana edad una pasión desenfrenada por el deporte. Sus inicios en el mundo del judo se remontan a su infancia, convirtiéndose en discípula de reconocidos maestros que forjaron su destreza y temple en el tatami.
En la madrugada del martes, a las 2:30 a. m., Prisca escribió uno de los capítulos más gloriosos en la historia del judo mexicano. En un combate que rozó la perfección, logró imponerse a su rival, Nigara Shaheen del Equipo Olímpico de Refugiados, en tan solo 35 segundos. Este hito, que trascendió las barreras del deporte, significó la primera medalla olímpica para México en la disciplina, un logro que pasará a la inmortalidad en los anales del olimpismo.
El camino hacia la gloria olímpica estuvo marcado por desafíos que pusieron a prueba la fortaleza y determinación de Prisca Awiti. En octavos de final, se enfrentó a la renombrada judoca polaca Angelika Szymanska, quien ostentaba el cuarto lugar en el ranking mundial. En un electrizante combate que mantuvo en vilo a los espectadores, Prisca logró doblegar a su experimentada contrincante en el último segundo, sellando así su avance en la competición.
En la siguiente etapa, no menguó su ímpetu y entereza, lo que le permitió superar a la austriaca Lubjana Piovesana en un duelo que mantuvo en vilo a la audiencia. Finalmente, en las semifinales, se enfrentó a la destacada judoca croata Katarina Kristo, a quien venció de manera contundente, asegurando su merecido lugar en la disputa por el anhelado metal olímpico.
Su actuación en la justa olímpica no solo la consagró como una atleta de élite, sino que suscitó un interés creciente por parte del público, que ansioso por conocer más acerca de la judoca.
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