
Alcalde de Nueva York declara alerta de sequía y pide a ciudadanos conservar agua
El alcalde de Nueva York declaró alerta de sequía tras un octubre seco, pidiendo a ciudadanos conservar agua y reportar fugas para prevenir escasez.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha declarado una alerta de sequía, exhortando a los ciudadanos a tomar medidas para conservar agua tras un octubre seco en la ciudad y gran parte de Estados Unidos. La sequia es el primero de tres posibles niveles de directivas para el ahorro de agua, y su anuncio se hizo a través de un video en redes sociales.
Medidas para conservar agua
El alcalde Eric Adams instó a los ciudadanos a reducir el tiempo de sus duchas, reparar fugas en los grifos y, en general, ahorrar agua. Estas medidas buscan prevenir una escasez más grave en la ciudad más poblada del país. Asimismo, Adams ordenó a todas las agencias de la ciudad que implementen planes de conservación de agua y pidió al público que haga su parte, como cerrar los grifos mientras se cepillan los dientes y barrer las aceras en lugar de lavarlas con manguera.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que en Central Park solo cayeron 0.02 centímetros de lluvia el mes pasado, en contraste con los aproximadamente 11.2 centímetros que se esperan en octubre. El comisionado del Departamento de Protección Ambiental de la Ciudad, Rohit Aggarwala, señaló que fue el octubre más seco en más de 150 años de registros. Asimismo, la ciudad está reparando un gran acueducto que lleva agua de la región de Catskill, lo que ha llevado a los residentes a depender más de los embalses en los suburbios del norte de la ciudad, que solo recibieron 2 centímetros de lluvia el mes pasado.
Consumo de agua en Nueva York
La ciudad de Nueva York utiliza un promedio de 4.200 millones de litros de agua al día, lo que representa aproximadamente un 35% por debajo del pico de 1979, gracias a factores como mejoras en la detección de fugas.
El mes anterior, casi la mitad del país se encontraba en una sequía repentina, caracterizada por la combinación de poca precipitación y temperaturas anormalmente altas. En el noreste, las temperaturas alcanzaron los 28 grados centígrados (80 grados Fahrenheit) durante Halloween, siendo atribuidas a un patrón climático que impidió el movimiento de la humedad desde el Golfo de México. Además, el clima seco limitó el transporte marítimo en el río Mississippi y contribuyó a incendios forestales en el Medio Oeste y el Este. El Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre el riesgo elevado de incendios en lugares como Connecticut, donde un bombero murió el mes pasado mientras combatía un incendio de matorrales.
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