
Alerta por récord de casos de dengue en América: cifras preocupantes al cierre de marzo
Aumento preocupante de casos de dengue en las Américas. México con un incremento exponencial. Se necesita mejorar la preparación para futuras pandemias.

Al finalizar marzo de 2024, la región de las Américas ha registrado una cifra alarmante de casos confirmados de la enfermedad del dengue, según la Organización Panamericana de la Salud. Hasta el 26 de ese mes se habían notificado más de 3.5 millones de casos, con un total de mil defunciones a causa de esta enfermedad.
Esta situación es especialmente preocupante si se compara con el año 2023, que había sido el año récord en número de casos de dengue en la región, con un total de 4.5 millones de casos notificados. Esto evidencia la magnitud del aumento en los primeros meses de 2024.
Impacto en México
En el caso de México, el incremento en los casos de dengue ha sido exponencial, con un aumento de más del 450% en comparación con el mismo período del año anterior. Dada la magnitud poblacional de México en el continente, esta situación debe ser motivo de alarma para los sectores social y de salud, considerando la dramática caída en la cobertura de los servicios de salud para la población.
Se destaca que los países con mayor número de defunciones por esta enfermedad son Brasil, Argentina y Paraguay, lo cual puede deberse a la diferencia en el ciclo estacional entre los hemisferios. Se prevé que la situación se agrave con el aumento del calor en los países cercanos al Ecuador y en el norte del hemisferio.
Aumento porcentual en casos de Paludismo Vivax
Además del dengue, se ha observado un notable incremento porcentual en el número de casos de Paludismo Vivax en México, pasando de cuatro casos registrados en las primeras semanas de 2023 a 13 casos en el mismo período de 2024, es decir, tres veces más.
Frente a esta situación, es fundamental reflexionar sobre los aprendizajes que se pueden utilizar para mejorar las acciones del Estado mexicano en materia de salud pública. A pesar de que la pandemia de Covid-19 no ha sido formalmente concluida, el consenso científico señala la inevitabilidad de nuevas pandemias provocadas por virus o bacterias.
Desafíos en el Sector Salud
Es crucial evaluar las capacidades institucionales para una rápida y efectiva respuesta ante la eventualidad de una nueva emergencia sanitaria regional o global, considerando que la dispersión y la insuficiencia de capacidades en el Sector Salud se encuentran quizá en su peor momento en las últimas cinco décadas en México.
Si bien se conocen las cifras de fallecimientos por Covid-19 y sus complicaciones, la evaluación cualitativa, construida con criterios científicos, está pendiente de elaborarse y discutirse con los responsables del diseño de la política pública en el país.
Los precriterios de política económica presentados por la Secretaría de Hacienda no ofrecen elementos para pensar que, incluso con un nuevo gobierno, se pueda llevar a cabo una reforma de gran calado en el sistema de salud. Esto requeriría amplias capacidades de planeación, programación y el acuerdo político para incrementar los recursos fiscales del Estado.
Nueva estructura de política pública
Para reducir y controlar la enfermedad y la muerte evitable, se requiere una nueva estructura de política pública que supere las rígidas estructuras sectoriales y permita abatir los padecimientos con mayor carga en la mortalidad. Esto implica no solo contar con clínicas, equipamiento y personal médico, sino también garantizar condiciones apropiadas para la movilidad, el derecho al deporte, la cultura física, y una sana y adecuada nutrición.
Infraestructura social necesaria
Es fundamental la disponibilidad universal de agua potable en todos los hogares, servicios adecuados de saneamiento, la generación de hábitos y prácticas de higiene, así como la infraestructura para el sano esparcimiento y la práctica deportiva.
La alerta por el incremento en los casos de dengue debe servir para plantear asuntos fundamentales de cara a la próxima elección, sentando las bases para nuevos acuerdos nacionales que garanticen los derechos humanos, especialmente el derecho a la salud y la vida de las personas.
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