Atentado terrorista del Estado Islámico en Moscú causa numerosas víctimas mortales

El reciente atentado en la ciudad de Moscú, perpetrado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) el pasado viernes, ha generado conmoción a nivel internacional. El ataque dejó un saldo de numerosas víctimas mortales y ha sido catalogado como el primer atentado de gravedad en Rusia desde el inicio de la guerra en Ucrania hace más de dos años, y el mayor perpetrado en la capital rusa en más de una década.

Represalia por implicación rusa en conflictos

El acto terrorista se produce como una clara represalia por parte del Estado Islámico debido a la implicación de Rusia en los conflictos de Siria y del Sahel africano. Este ataque representa una respuesta a una serie de amenazas previas, evidenciando la peligrosa situación en la que se encuentra el país en términos de seguridad.

Atentados previos y advertencias

Previamente al atentado, las fuerzas de seguridad rusas habían llevado a cabo operaciones para neutralizar células del EI, lo cual evidenciaba la constante amenaza que representaba la organización terrorista. Incluso diversas embajadas occidentales, incluyendo la de Estados Unidos, habían advertido sobre la posibilidad de atentados inminentes en el país, especialmente en grandes eventos en la capital rusa.

Antecedentes de violencia

La rama del EI en Rusia, conocida como 'Wilayat al Quqaz' (Provincia del Cáucaso), había mostrado actividad previa, incluso reivindicando un atentado cerca de la embajada rusa en Kabul en el año 2023, donde fallecieron diplomáticos y guardias de seguridad rusos.

Implicación rusa en conflictos internacionales

La intervención rusa en Siria, a petición del presidente Bashar al Asad, iniciada en septiembre de 2015, fue clave para aplacar la rebelión y derrotar al Estado Islámico, que había anexado territorios en Siria a su 'califato' en Irak. No obstante, yihadistas de repúblicas rusas del Cáucaso se unieron al EI en Siria para luchar contra las fuerzas de su propio país, representando una amenaza potencial para Rusia tras el conflicto.

Tensiones en el Sahel

Por otra parte, la inestabilidad en el Sahel ha llevado a golpes de estado prorrusos en Níger, Mali y Burkina Faso, con la participación de mercenarios de Wagner en la lucha antiterrorista de esos países, donde hay gran presencia del Estado Islámico y también de grupos leales a Al Qaeda. Esta situación evidencia la complejidad de la amenaza terrorista a la que se enfrenta Rusia y sus aliados en la región.