Aumenta a 27 el número de muertos en ataques contra fuerzas de seguridad en Irán

Ataques en Irán dejan 27 muertos, incluidos 11 miembros de fuerzas de seguridad, atribuidos a grupo terrorista. 

En tres ataques perpetrados contra dos cuarteles de la Guardia Revolucionaria y una comisaría en el sur de Irán, el número de muertos ha aumentado a 27, incluyendo 11 miembros de las fuerzas de seguridad. Los incidentes tuvieron lugar en las ciudades de Rask y Chabahar, donde hombres armados atacaron instalaciones de la Guardia Revolucionaria, además de una comisaría en Chabahar.

Ataques y enfrentamientos

Los atacantes tomaron rehenes en Chabahar, quienes fueron liberados después de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los agresores. Como resultado, 11 miembros de las fuerzas de seguridad perdieron la vida y 10 resultaron heridos. Además, 16 atacantes han fallecido en los incidentes. A pesar de que los choques en Rask han finalizado, las fuerzas de seguridad continúan "limpiando" el cuartel naval de Chabahar.

Grupo terrorista responsabilizado

El viceministro de Interior, Majid Mirahmadi, señaló al grupo Yeish al Adl como responsable de los ataques. Yeish al Adl, considerado por Teherán como una organización terrorista, es un grupo suní que busca la independencia de la provincia de Sistán Baluchistán, actuando en la frontera entre Irán y Pakistán. Este grupo ha reivindicado varios atentados en los últimos años, incluyendo el ataque en el que murieron 11 policías en Rask el pasado diciembre.

Antecedentes y tensiones

Irán atacó con misiles y drones posiciones de Yeish al Adl en territorio de Pakistán a finales de enero, lo que generó tensiones diplomáticas entre ambos países. La región de Sistán y Baluchistán, de mayoría suní, es escenario de ataques por parte de grupos insurgentes considerados terroristas por Teherán, especialmente en las zonas fronterizas con Pakistán.

Los ataques de este jueves se producen tres días después de que murieran siete miembros de la Guardia Revolucionaria en un ataque contra el consulado iraní en Damasco, el cual Teherán atribuyó a Tel Aviv. La región de Sistán y Baluchistán ha registrado un incremento en los ataques de grupos insurgentes, además de la presencia de bandas de contrabandistas y narcotraficantes.

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