
China conecta la mayor granja solar del mundo, pero sufre críticas por violaciones de derechos humanos
China destaca en energías renovables con la mayor granja solar del mundo, a pesar de controversia por represión en Xinjiang.

China se ha destacado como un líder en megaconstrucciones y energías renovables, con un enfoque en la región de Sinkiang, donde una empresa estatal se ha conectado a lo que se presume es la mayor granja solar del mundo. Esta granja, con una capacidad de 3.5 gigavatios, se extiende a lo largo de 13,000 hectáreas y tiene la capacidad de abastecer de energía a toda Papúa Nueva Guinea o Luxemburgo. Sin embargo, a pesar de sus logros, la instalación también ha puesto de manifiesto la controversia en torno a la represión del pueblo uigur en Xinjiang, lo que plantea dudas sobre el compromiso de China con las energías renovables.
Ambiciones de China en energía solar
La granja solar en Sinkiang es considerada la mayor del planeta y es capaz de generar alrededor de 6,090 millones de kilovatios por hora al año, lo que la coloca como una fuente de energía significativa a nivel mundial. Esto refleja las capacidades de China en la producción de energía renovable, que experimentó un aumento del 55.2% en 2023, según la Agencia Nacional de Energía. A pesar de su envergadura, esta no es la única instalación solar de gran tamaño en China, que ya contaba con dos instalaciones de aproximadamente 3 GW. Además, el país también ha incursionado con éxito en la producción eólica y fotovoltaica flotante, demostrando su liderazgo en el sector de energías renovables.
Desarrollo de la granja solar en Sinkiang
La granja solar en Sinkiang forma parte de un proyecto mayor que busca instalar 455 GW de energía solar y eólica. Este proyecto incluye la construcción de megabases en zonas escasamente pobladas con el fin de suministrar energía a los centros urbanos. A pesar de sus ambiciosos planes, la ubicación de la granja solar ha generado críticas debido a la situación en Xinjiang y la represión que han sufrido los uigures en la región, lo que ha desencadenado una serie de cuestionamientos en torno a las prácticas laborales y de derechos humanos.
Controversia en torno a Xinjiang
La instalación de la granja solar en Xinjiang, una región desértica, ha puesto de manifiesto la represión que han experimentado los uigures, incluyendo el encarcelamiento masivo, tortura y persecución sistemática de las minorías musulmanas. Estas acciones han sido denunciadas por Amnistía Internacional y catalogadas como "crímenes de lesa humanidad" por la ONU en 2022. Además, se ha señalado que las condiciones laborales en Xinjiang, donde se fabrican componentes clave para paneles solares, involucran trabajos forzados y revelan la explotación de los trabajadores en la región.
Impacto en la cadena de suministros globales
La controversia en torno a Xinjiang no solo afecta a la región, sino que también plantea preocupaciones sobre la cadena de suministros de la industria de energías renovables. La fabricación de paneles solares depende en gran medida de los componentes producidos en Xinjiang, lo que destaca la importancia de la región en la cadena de suministro global. Informes han revelado vínculos entre el creciente sector fotovoltaico en Xinjiang y el trabajo forzado, lo que plantea desafíos éticos y legales para los fabricantes de paneles solares que dependen de estos suministros.
Desafíos en la industria de energías renovables
La industria de energía solar y de coches eléctricos se enfrenta a desafíos significativos debido a la vulnerabilidad a la implementación de trabajo forzado, especialmente en lo que respecta a la cadena de suministro de materiales como el polisilicio, litio, níquel y grafito. La importancia de Xinjiang en la producción de estos materiales plantea la necesidad de una mayor transparencia a lo largo de la cadena de suministros, con el fin de abordar estas prácticas y garantizar un enfoque ético en la producción de energías renovables.
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