China incursiona en la resurrección digital de seres queridos mediante inteligencia artificial

El avance tecnológico ha traído consigo innovaciones en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA) que, si bien parecen sacadas de una película de ciencia ficción, están cada vez más presentes en la realidad. Uno de los campos en los que la IA ha incursionado de manera controversial es en el proceso de duelo, planteando la posibilidad de "resucitar" digitalmente a seres queridos fallecidos a través de avatares o "deadbots". Esta novedosa aplicación de la IA plantea cuestionamientos éticos y morales sobre la forma en que enfrentamos la pérdida de nuestros seres queridos y el impacto que podría tener en nuestra capacidad para superar el duelo.

La historia de Sun Kai y la "resurrección" de su madre

En China, el ejecutivo tecnológico Sun Kai, de Silicon Intelligence, ha generado controversia al confesar que recurre a un avatar digital de su madre fallecida cuando siente la presión del trabajo. Este "deadbot" es creado a partir de la imagen y voz de su madre, utilizando la IA para simular su presencia. Sun Kai, de manera desgarradora, expresa que considera a este avatar como su verdadera madre, lo que plantea un debate sobre los límites entre la tecnología y la esfera emocional de las personas en proceso de duelo.

El costo de la "resurrección"

El servicio de creación de avatares digitales de Silicon Intelligence, denominado "resurrección", tiene un valor aproximado de 30 dólares, destinados a animar en video y audio la imagen y voz de la persona fallecida. Sin embargo, uno de los principales desafíos a los que se enfrenta esta práctica es la calidad de los datos disponibles. La empresa requiere de material audiovisual de alta calidad, e incluso sugiere la posibilidad de mantener un registro en video de la persona durante al menos 10 años para garantizar un resultado óptimo. Esta condición plantea interrogantes sobre la privacidad y el consentimiento de la persona mientras está viva, así como sobre la ética de utilizar su imagen y voz con fines recreativos una vez fallecida.

Super Brain y la complejidad de clonar pensamientos

Otra empresa, Super Brain, también ha incursionado en la creación de avatares digitales a partir de inteligencia artificial. Su enfoque va más allá de la mera recreación visual y auditiva, ya que buscan "clonar los pensamientos de una persona", documentando sus experiencias y recuerdos diarios. Este enfoque plantea dilemas éticos aún más profundos, ya que implica la recopilación y análisis de la esfera íntima y personal de un individuo con el fin de emular su personalidad y pensamientos a través de un avatar digital.

El papel de los cementerios digitales en la memoria de los difuntos

Por otro lado, Fu Shou Yuan International Group ha incursionado en la implementación de códigos QR en las tumbas de sus cementerios, los cuales al ser escaneados, ofrecen acceso a contenido multimedia y recuerdos de la persona fallecida, recopilados a partir de su actividad en redes sociales. Si bien esta iniciativa busca honrar la memoria de los difuntos a través de la recopilación de experiencias y logros, también plantea interrogantes sobre la gestión de la privacidad y el consentimiento, así como la forma en que se aborda el duelo por parte de los seres queridos.

El dilema ético y emocional de "resucitar" a los difuntos digitalmente

El uso de la Inteligencia Artificial para recrear la presencia de seres queridos fallecidos plantea un desafío no solo a nivel tecnológico, sino también en términos éticos y emocionales. La posibilidad de interactuar con avatares digitales de personas fallecidas cuestiona la naturaleza del duelo y la necesidad de aceptar la ausencia y el proceso de despedida. El impacto psicológico de mantener una "presencia" artificial de un ser querido fallecido podría generar un estancamiento en el proceso de duelo, dificultando la capacidad de superar la pérdida y encontrar la paz interior.