
Contaminación y toxicidad en productos de fast fashion sacan a la luz grave problema en Corea
Preocupación por la toxicidad en productos de fast fashion, con ejemplos de Shein y Temu, que superan límites legales en Corea del Sur.

Las recientes protestas en China y el bloqueo en Vietnam han encendido las alarmas en torno a la competitividad y la regulación en el ámbito de la moda. La industria textil en México se ha visto afectada por la falta de pago de impuestos, lo que ha sumado un nuevo desafío para el sector. Sin embargo, el viento de la controversia ha tomado una dirección más delicada: la salubridad de las mercancías provenientes de la fast fashion, con marcas como Shein y Temu en el centro de la tormenta.
La vigilancia de Greenpeace y las repercusiones
En 2022, Greenpeace dio un paso al frente al revelar en un estudio los resultados de su vigilancia sobre Shein. De un total de 42 productos analizados, al menos 7 presentaban substancias químicas peligrosas que superaban los límites establecidos por la Unión Europea. Esta alerta resonó, pero no fue el final de la historia. Un nuevo capítulo se abrió en Corea del Sur, donde las autoridades, en sus inspecciones, encontraron nuevamente irregularidades de gran magnitud, poniendo en tela de juicio la integridad de las mercancías de estas plataformas.
El hallazgo de sustancias nocivas
Las inspecciones en Corea del Sur arrojaron resultados preocupantes. De una muestra de 144 productos de Shein, AliExpress y Temu, las autoridades detectaron incumplimientos en los estándares legales debido a la presència de niveles de toxicidad elevados en diversos artículos. En particular, se encontró que los plastificantes a base de ftalatos, presentes en algunos de estos productos, representan un riesgo para la salud reproductiva, asociándose con la reducción del recuento de espermatozoides, y pudiendo causar infertilidad y partos prematuros. Este hallazgo elevó la preocupación sobre las implicaciones que la exposición a estas substancias podría tener en la salud de los consumidores.
Concentraciones preocupantes de ftalatos
Uno de los hallazgos más alarmantes fue el de un par de zapatos de Shein que superó en 229 veces el límite legal permitido en cuanto a la concentración de ftalatos. Esta situación no solo pone en despacho la seguridad de los productos, sino que también plantea cuestionamientos sobre la regulación y el control de calidad en las mercancías ofrecidas a los consumidores. A su vez, en el caso de Temu, se encontraron plantillas de sandalias con niveles de plomo 11 veces superiores al límite permitido. Estos descubrimientos ponen en evidencia la necesidad de una vigilancia efectiva para salvaguardar la salud pública.
Productos que ponen en riesgo la salud
La detección de substancias 'peligrosas no se limitó a un único tipo de producto. Las gorras de Shein contenían formaldehído, mientras que en los esmaltes para uñas se encontraron dioxano y metanol, superando en 3.6 y 1.4 veces los límites permitidos, respectivamente. Cabe destacar que el dioxano es un posible carcinógeno vinculado a daño hepático, lo que añade un componente aún más preocupante. Estos hallazgos reafirman la urgencia de una regulación más estricta y de una vigilancia constante para proteger la salud de los consumidores, especialmente en productos que entran en contacto directo con el cuerpo.
La fast fashion, término que hace referencia a la producción rápida y en gran volumen de prendas de ropa, ha sido objeto de críticas por su impacto en el medio ambiente y, más recientemente, por las implicaciones en la salud de los consumidores. Este modelo de negocio no solo promueve un consumo desmedido, sino que también plantea serias interrogantes sobre la calidad y la seguridad de los productos que se ofrecen en el mercado. Si bien se ha analizado el impacto ambiental de la fast fashion, es esencial expandir esta discusión hacia los riesgos que representan para la salud de los consumidores.
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